Emanuel Saldaño, más conocido como "Chino", fue uno de los ciclistas más exitosos y queridos de San Juan. Encontró la muerte de una manera trágica en un siniestro vial, al regresar de San Luis, un 25 de enero de 2014. Nadie lo podía creer. Entre ellos, Nico Naranjo, su colega, compañero y amigo. Para él, compartir carreras con el "Chino" fue un antes y un después. Ahora, los sanjuaninos no pueden creer que el "Cabezón" se haya ido, también de manera trágica.
Por estos días tan difíciles, fue la Fundación Emanuel Saldaño y la hermana del ciclista, Lorena Saldaño, los que recordaron esa amistad. "Nuestra institución da las condolencias a toda la familia de nuestro querido Nicolás Naranjo, quien partió a la presencia del Señor. Ya están juntos Campeones, ya ganaron sus copas en esta tierra ahora disfrutan sus coronas en el cielo. DIOS de paz y fortaleza a sus padres,esposa y toda su familia. Q.E.P.D Nico te recordaremos por siempre, Campeón".
En un video que compartió Lorena en redes sociales, se lo ve a Nico en una entrevista tras ganar por tercera vez, el Giro del Sol: "él tenía una gran calidad de corredor. Una vez que lo tuve de compañero, marcó un antes y un después dentro de mi carrera deportiva. Me enseñó muchas cosas y me faltan palabras de agradecimiento".
Un adiós desgarrador
Escenas de gran dolor y desconsuelo se repitieron este martes en la carpa donde descansan los restos de Nicolás Naranjo. El joven pedalero falleció el pasado domingo y antes del mediodía llegó hasta el club Deportivo Rivadavia en La Bebida para el último adiós. Hasta allí llegaron familiares, amigos y algunos ciclistas quienes repitieron en todo momento con inmenso dolor: "¿por qué te fuiste?".
El reconocido competidor sanjuanino fue muy querido entre sus colegas pero especialmente por la comunidad de La Bebida, quienes no dudaron en devolverle el afecto, llegando hasta el lugar con banderas y flores para depositar junto al féretro. Muchos niños, caminaron por las inmediaciones de la carpa que se montó para despedirlo, hablando de él como "el campeón".
Las palabras de los niños reflejaron lo que para muchos fue Naranjo: un ganador tanto sobre la bicicleta como caminando las calles a pie. Por eso, la urna con el mensajero se llenó de palabras de despedida de quienes quisieron dejarle un mensaje.
"Fuerza Nico", decía un enorme cartel que se apostó a pocos metros de su cuerpo y en el que se podía ver imágenes emblemáticas de sus carreras pero sobre todo de sus triunfos. Al pie de ese cartel, su familia lo lloraba y a pocos metros, pero afuera de la carpa, muchos amantes del pedal y ciclistas también decidieron acompañarlo.
