La chaya está asociada a la fiesta y a una leyenda de amor que traspasó el tiempo. El próximo 4 de febrero, Pedernal (departamento Sarmiento) tendrá su celebración, con propuestas para la familia, música y mucho color. Será en el "Rancho de Tata Lito" que, por segundo año, organiza el evento que tendrá de todo.
Osvaldo Invernizzi, propietario del complejo gastronómico y de glamping, contó a Diario La Provincia SJ que la chaya fue muy bien recibida por los sanjuaninos que se trasladaron al paradisíaco Pedernal, en el departamento Sarmiento, para pasar una jornada conectándose con nuestras raíces.
"Contamos con el auspicio del Ministerio de Turismo y Cultura y mezcla la chaya riojana con el Carnaval sanjuanino y está pensado para toda la familia. Iniciará a las 13 hs. y la gente será recibida por Cuma y Cumpa, personajes principales de la fiesta. Se les va a preguntar si quieren o no chayar y si corresponde, se les marcará con harina las mejillas. También se les colocará una ramita de albahaca en la oreja derecha o izquierda, según cuenten que tienen compromiso o están solteros", relató.
Una vez cumplido ese paso, iniciará el almuerzo con comidas típicas como empanadas, sandwiches de punta de espalda; además de bebidas. Posteriormente, una academia de danza hará su actuación y luego, harán la ceremonia del topamiento (leer abajo) para dar lugar a la chaya con harina, polvos de colores, agua y albahaca.
"Ya al final de esa gran fiesta, comenzarán a actuar grupos musicales que animarán a los participantes, que a esa altura estarán "secándose". Todo está armado como para que a las 19 hs. vayamos terminando. Es una fiesta muy linda", marcó.
Las entradas tienen un valor de $1000 para adultos y $750 para chicos hasta este 20 de enero. Luego de esa fecha, se actualizarán. Aquí están los datos para adquirirlas:
¿Qué es el topamiento?
El momento cúlmine de la chaya es toda una ceremonia. Las mujeres se ubican de un lado del predio, presididas por la Cuma y los hombres del otro, junto al Cumpa. Todos están provistos con harina, agua y pintura,s a la espera de la orden del cura brujo para avanzar.
Luego de dos o tres intentos con retrocesos se produce el topamiento al grito de "¡Chayaaa!". Una enorme nube de harina cubre el lugar y nubla el aire. La música continúa y la alegría es extrema. "El público presente participa, no hay ricos ni pobres, sólo personas dispuestas a compartir, y muchos turistas atraídos por esta festividad", señaló Osvaldo.
La leyenda de la Chaya
Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se enamoró perdidamente del Pujllay, joven alegre, pícaro y mujeriego que ignoró los requerimientos amorosos de la hermosa indiecita. Fue así como ella, al no ser debidamente correspondida, se internó en el monte a llorar sus penas y desventuras amorosas, desapareciendo en él para siempre. Desde entonces, suele retornar anualmente, hacia mediado del verano, del brazo de la Diosa Luna (Quilla), en forma de rocío o fina lluvia.
En tanto Pujllay, sabiéndose culpable de la desaparición de la joven india, sintió remordimiento y procedió a buscarla por todo el monte infructuosamente.
Tiempo después, enterado el joven del regreso de la joven a la tribu con la luna de febrero, volvió también al lugar para continuar la búsqueda. Pero fue inútil. Allí, la gente festejaba la anhelada cosecha y lo recibía con muecas de alegría; él, por su parte, entre la algarabía de los circunstantes, prosiguió la búsqueda y la indagación con profunda desesperación y resultados siempre negativos. Por ello, derrotado, terminó ahogando en chicha su soledad y su pasada fama de Don Juan. Hasta que estuvo muy ebrio, cayó en un fogón y murió quemado.
Desde ese entonces, "Chaya" viene en febrero año a año a apagar el fuego de "Pujllay". Y cada año aparece el Pujllay, que muere al terminar el festejo, razón por la cual se lo entierra hasta el año que viene.
