¡Feliz día!

Día del Bibliotecario: "nunca me imaginé poner en cuarentena a un libro"

Luis Guevara lleva 37 años en la biblioteca de la Facultad de Filosofía y en su carrera se topó con muchas cosas fuera de lo común pero nunca nada como lo que le tocó vivir este 2020.
domingo, 13 de septiembre de 2020 16:57
domingo, 13 de septiembre de 2020 16:57

Luis Guevara era un joven estudiante del profesorado de Geografía cuando se hizo amigo de alguien que trabajaba en la biblioteca de la Facultad de Filosofía, el ahora Dr. Eduardo Brizuela. En 1983 decidió inscribirse para hacer una pasantía ad honorem y no se fue nunca más.

37 años después y hoy como director, este año tuvo que enfrentarse primero a conseguir convenios con bibliotecas con ediciones digitales y ahora a prestar libros que cuando vuelven son puestos en cuarentena. "Arranqué de abajo, en la parte de atención al público. Luego fui pasando por los distintos puestos que implican estar en una biblioteca. Por suerte seguí, y en el 2007 pasé a ser Director. Amo el oficio/profesión de bibliotecario, es sin dudas mi vocación", contó Luis en diálogo con Diario La Provincia SJ.

Luis Guevara comenzó a trabajar en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía en 1983 y actualmente se desempeña como Director.

Diez personas son los ángeles custodios de 80 mil ejemplares. "Estamos repartidos en procesos técnicos, que son los que se encargan de procesar los ejemplares para que puedan pasar a depósito; está el área de informática y el resto del personal está en préstamo y hemeroteca. Una particularidad que tiene nuestra biblioteca es que la gente que trabaja en atención al público son todos profesores recibidos de la facultad".

En casi cuatro décadas se ha topado con muchas cosas y asegura que si bien entiende la facilidad de acceder a títulos virtuales, los libros físicos esconden magia. "Prestar un libro implica no solo saber a dónde está, sino tener un amplio conocimiento. Los chicos que van en años más avanzados ya no piden por título sino por tema, y ya la experiencia me ha posibilitado ser referencista de los alumnos. Sé que muchos ahora prefieren las ediciones digitales, pero un libro permite marcar una hoja, ponerle una flor. Nos hemos encontrado de todo, desde una servilleta con alguna cita hasta dólares", aseguró Guevara.

Libros y coronavirus
La pandemia sorprendió a todos y paralizó los libros. "De un día para otro tuvimos que cerrar y para colmo fue a principio de año lo que es muy problemático porque entra la gente nueva y hay renovación de carnets. Con los directores de las bibliotecas de las otras facultades y los colegios preuniversitarios empezamos a trabajar en buscar plataformas virtuales y ofrecérselas a los alumnos. De Buenos Aires nos ofrecieron varias editoriales digitales así que se las dimos a conocer a los profesores que necesitaban armar sus planes de trabajo y los alumnos", comentó el bibliotecario.

Actualmente están trabajando con una guardia mínima, siguiendo el protocolo de seguridad. Quienes necesiten un ejemplar se pueden acercar de 8.00 a 13.00 horas.

Los bibliotecarios reciben ahora a los alumnos tras un vidrio.

"Se está atendiendo con todos los recaudos. Se atiende de a uno o dos alumnos y los mostradores se modificaron con mampostería de vidrio para que no haya un contacto directo. Cuando llegan los libros se los ubica en un espacio físico en donde se los mantiene por alrededor de una semana hasta que llega al depósito para poder ser usado nuevamente. Nunca me imaginé tener que poner en cuarentena un libro. Es una de las cosas que más nos llamaba la atención cuando elaborábamos el protocolo", sentenció Luis. 

¡Feliz día bibliotecarios!


 

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