El pasado 8 de enero, la sanjuanina Priscila Barroso no esperaba lo que iba a pasarle. Se trata de la jovencita de 15 años quien ese día debió festejar su fiesta soñada pero el tratamiento de diálisis cambió los planes. Sin embargo el amor infinito de sus padres, amigos, compañeros de tratamiento y profesionales médicos hizo que la adolescente viva un día inesperado, pero hermoso.
Dulce, carismática y excelente artista, Priscila era bailarina antes de comenzar a dializarse y es una pasión que todavía esperar seguir viviendo, ahora con más fuerza que nunca.
"El 24 de octubre durante el segundo recreo, comencé con dolor de estómago y cabeza. Cuando empezamos a escribir no veía nada, le avisé a mi compañera de banco que no me sentía bien. Desde allí hubo un movimiento en la escuela para ayudarme, llegó mi papá y luego me llevaron a OSECAC, después me derivaron al hospital Rawson y tras muchos estudios me pasaron a terapia intensiva. Estuve 20 días con un diagnóstico de insuficiencia renal crónica y a eso lo acompaña este tratamiento de diálisis", relató Priscila a Diario La Provincia SJ.
Desde entonces su vida cambió y sus rutinas dejaron quedaron al margen debido al tratamiento que se encamina para un trasplante de riñón.
"Antes de pasar por esta etapa era bailarina de Tango en la academia Recuerdo Pasional. Comencé a los 9 años y me encanta. Después del trasplante claro que quiero seguir bailando tango, estudiar profesora de Danzas, ese es mi sueño", agregó.
Su historia comenzó a recorrer el país y emocionó a reconocidos artistas y personajes del medio, como se mostró Guido Kaczka ya que admitió sentirse conmovido debido a que a su padre le pasó lo mismo. El pasado miércoles 8 de enero, la joven cumplió 15 años y en la clínica donde se dializa, en complicidad de su familia, le festejaron su cumpleaños con una emotiva fiesta.
"El miércoles fui a diálisis, cuando terminé mi sesión, Rossana una de las mucamas, me pidió que la acompañe a un consultorio. Cuando entré estaba mi mamá. Allí estaban otras mucamas las cuales me comenzaron a preparar con maquillaje, vestido, peinado, todo como una quinceañera", admitió Priscila.
Una vez terminada la sección de "belleza", las cómplices de la familia llevaron a la flamante adolescente a la sala de estar de la Clínica de la Ciudad y allí la emoción se apoderó de todos. Sus seres queridos estaban ahí para festejar su cumpleaños de 15. "Desde ese momento la emoción no me abandonó. Antes de salir a la sala de espera el jefe de enfermería llegó con mi papá que me agarró del brazo y me llevó donde estaban todos mis compañeros de diálisis, equipo médico , enfermeras y todo el personal de la clínica, además de mis familiares. Las enfermeras bailaron con todos los amigos de diálisis, hicieron caraoke, fue muy especial para mi", contó la chica.
Su paso por el Clínica de la Ciudad no es fácil, sin embargo todos allí le brindan a Priscila el apoyo que necesita y por eso ella estará agradecida eternamente. Con mucho amor me adoptaron por ser la más pequeña. Ellos allí son muy especiales, son verdaderos profesionales. Quiero que sepa toda la clínica que estoy feliz por todo, que me siento parte de esa familia", culminó.
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