Rahmet es sin dudas uno de los personajes que más se lleva la atención del fandom en Amor de Familia. La ficción turca de las tardes de Telefe, cuyo título original es Bizim Hikaye, transita momentos de drama que atrapa a los seguidores y los impacta.
El hermano de Filiz, es uno de los Elibol que carga sobre su espalda la responsabilidad de llevar el dinero a casa pero, a diferencia de su hermana, lo hace sin medir las consecuencias. Eso le ha valido una fuerte discusión con ella en el capítulo que se vio el viernes pasado.
Lejos de este personaje, el actor que le da vida a Rahmet es Yagiz Can Konyali y tiene una personalidad que él la define como hiperactivo, alegre, enamorado de su trabajo.
En una entrevista que brindó al portal Series Turkish, el actor confesó que suelen decir que él está "enojado" pero se enfada "cuando la gente no va a mi ritmo". "Tengo dificultades con las personas que son lentas y letárgicas. Mi percepción del tiempo se procesa más rápido que la mayoría. Puedo enojarme cuando no puedo administrar el tiempo o sentir que no fluye a mi ritmo", señaló.
Luego agregó: “me gustaría resolver este problema de ira momentánea. Me gustaría no prolongar mi ira dentro de mí. Todo se está desmoronando lentamente de todos modos. Pero qué hacer, soy yo y estoy feliz conmigo mismo. No estoy haciendo de eso un gran problema”.
Por otro lado, aseguró que es "capaz de soportar el intenso ritmo de trabajo se trata en realidad de amar mi trabajo. Amor. Mucho amor. Está enamorado de ir un poco más allá. Cuando avanzas, ya no puedes volver atrás”.
“Puedo decir que estoy loco durante el día, pero eso no significa que no rompa las reglas. Hasta ahora, solo he hecho lo que quería. Puedo decir que nunca me he privado de mis deseos", agregó.
Por último, Yagiz Can Konyali explicó que “un actor es un actor en todas partes, no hay diferencia" y aseguró que no puede "describir cómo se siente hacer teatro, estar en el escenario". "Te sientes solo en el mundo por un momento, luego te sientes triste. Ya sea que el acto sea una comedia o un drama, siempre crecen los mismos sentimientos. Francamente, no me importaría si el mundo se quemara si hubiera una actuación ese día", señaló subrayando que para él "es una especie de confrontación con el mundo y conmigo mismo".
