Sofía Zámolo ha pasado de la alegría más profunda a la tristeza más grande en pocas semanas. Es que en octubre del año pasado dio a luz a California, su primera hija junto a su marido José Félix Uriburu.
Sin embargo, también está pasando uno de los momentos más difíciles de su vida. Es que su madre, María Cristina Guerrero está internada a raíz de un diagnóstico de cáncer de páncreas e hígado.
En las últimas horas, la modelo usó sus redes para pedirle a su mamá que resista y a sus seguidores que oren por ella. "Te amo mamá. Todos rezando por vos, no me bajes los brazos María Cristina Guerrero. No dejen de rezar y pedir por su salud por favor. Amen", había escrito en una historia acompañada de una foto de ambas, con la reciente abuela acostada en la cama.
Además, quiso mostrar cómo era hace algunos meses y subió una historia en la que se la ve bailando una canción inventada, festejando que había podido salir de la habitación para caminar.
Amor y perdón
Este lunes, Sofía le dedicó un mensaje a su hija diciéndole todo lo que significa para ella su llegada y también pidiéndole perdón por no poder ocultar su angustia.
"Hija: llegaste a mi vida para darme paz. Para llenar los momentos de ternura y pura sonrisa. Gracias y perdón por venir en un momento tan difícil. Prometo darte todo de mí para que seas una buena y linda persona por dentro que es lo que realmente vale", comenzó.
Además, contó su dolor por no saber si su madre se perderá de ver crecer a su nieta. "Espero que puedas entender el momento durísimo que me toca vivir hoy. Hago lo posible para no transmitirte mi angustia, mis miedos, mi desesperación que siento al ver a mi mamá como la veo cada día. Ojalá puedas disfrutarla mucho más. Pero eso es algo que solo Dios decide y que uno tiene que soltar".
"Espero estar siendo la mejor madre que te mereces. Me parte el alma pensar en lo que te toca vivir a mi lado hoy. Pero Dios y la Virgen te enviaron en este momento y ellos saben por qué. Te amo. Sos mi vida. Me das vida. Me das paz. Me das amor cada día. Gracias", sentenció al pie de una tierna imagen de Sofi y Cali.
