El 1 de enero se convirtió en un día esperado por muchos y los famosos no fueron la excepción. Después de un año azotado por las consecuencias de una pandemia mundial, el 2021 llega con esperanza para un escenario mejor.
Muchos perdieron a seres queridos durante el 2020 y por eso, la familia se convirtió en pilares para poder seguir dando batalla al virus desde diferentes escenarios. Fue así que para la cena de Año Nuevo, los que habitualmente elegían vivirla con amigos, apostaron a la reunión familiar y así respetar los consejos para evitar el contagio.
En este caso, Benjamín Vicuña mostró cómo celebró la llegada del nuevo año y lo hizo con una tierna postal. El actor compartió una imagen en sus historias de Instagram que resume su comienzo de año feliz.
En la tierna imagen puede verse a Bautista, el hijo mayor del actor junto a Pampita, que tiene en brazos a Amancio, el más pequeño de la familia Vicuña - Suárez. ¡Una ternura!
El dolor de Benjamín Vicuña
La muerte de un hijo es insuperable y genera un dolor que no se puede revertir por más que lleguen nuevos hijos. Benjamín Vicuña es padre de 6 niños, entre ellos Blaquita que murió en el 2012 y cuya partida dejó una huella imborrable. Pero además provocó un cambio en su vida que hoy lo lleva a tener una "obsesión".
El actor chileno publicó un posteo en Instagram, dedicado a la hija que tuvo con Pampita, donde reconoce que está siempre pendiente de "inmortalizar hechos cotidianos" a través de la fotografía. Para ello, cada vez que puede capta los momentos con sus hijos y los atesora, algo que le permite "luchar contra el olvido".
"Nuestros Mapuches creen que sus caballos los llevan a la eternidad. Toco toco los bautizaste por el sonido de sus pasos. Blanca luz irradia la Virgen en su día, Blanca mi niña que no conoció el miedo", comienza el texto en el que trae a la memoria aquellos momentos compartidos con su hija.
Luego agrega: "EL SILENCIO Y LA MIRADA. Toco toco sonrío y camino. Mirando de reojo las fotos entro y puedo abrazar el momento. Mi hijo Bautista, me pregunta el por qué de mi obsesión por inmortalizar hechos cotidianos y fotografiar como oriental cada día de nuestros días".
Finalmente confiesa que esa "obsesión" es la forma de mantener vivos los recuerdos por más que pasen los años: "Porque es la memoria, porque es un registro mágico que nos permite vencer el tiempo. Porque no se me ocurre otra manera de luchar contra el olvido. Ya entenderá mi Bauti y podremos juntos amansar la pena. Toco toco el cielo".
