Fue un accidente doméstico y esas palabras terminan conmocionando aún más a quienes aún no pueden creer su muerte. Este lunes falleció Natacha Durán, quien se hiciera muy conocida en Argentina de la mano de La Peluquería de Don Mateo con Miguel Ángel Rodríguez.
La actriz y cantante estaba residiendo en México, más precisamente en Playa del Carmen donde compartía edificio con su mamá. Ambas vivían con una ventana de diferencia y tenían un contacto permanente. Precisamente fue esta mujer de 80 años la que encontró a su hija con el peor escenario que se puede imaginar: tirada en la bañera muerta.
Fue este lunes 18 de mayo, en la madrugada, cuando la mamá de Natacha, Mekena, no entendió por qué su hija seguía teniendo la luz de la habitación encendida pese a la alta hora de la noche. Eso alertó en la madre que algo no andaba bien y por eso decidió llamarle. Sin embargo la actriz nunca contestó y la desesperación comenzó a apoderarse de ella.
Tras dirigirse al departamento para ver qué le pasaba, al encontró muerta con una escena que nunca olvidará y le desgarró el alma.
La trama de lo que ocurrió ese lunes en la madrugada la relató Shiva a Infobae. El actor drag queen mantenía un fuerte vínculo con Natacha desde hacía 13 años. "Eramos de esos amigos de llamarnos, de ver cómo estábamos”, dice.
"Ahora estoy más tranqui, después de haber podido hablar con la familia", aseguró y luego agregó: “Natacha venía de trabajar en televisión y teatro con los grandes: (Gerardo) Sofovich, (Enrique) Pinti. Y sin embargo era muy sencilla: me ayudó tanto como artista... Me dio todo sin pedir nada a cambio. Ella era parte del arte”.
Según relató, Natacha tenía una costumbre: agobiada por el calor del Caribe, después de mirar televisión y rezar, se daba un baño antes de irse a dormir. Y allí, tendida en el piso, fue donde la encontró su madre. Resbaló al ingresar a la bañera, y un golpe en la cabeza provocó su muerte, tan absurda como dolorosa.
“Cuando hablé con Meneka, me contó que Natacha siempre le decía que iba a morir joven. No le explicaba nada más. Solo le decía que tenía esa intuición”, finalizó Shiva.