Historia

Desde el sable de Aberastain hasta el poncho del Cura Brochero, los tesoros que exhibe el Museo Policial

Allí, con gran riqueza de la identidad local, revelan que cada vez son más las escuelas e instituciones que buscan conocer el museo, y de esta forma, acontecimientos que marcaron a San Juan. 
miércoles, 27 de marzo de 2024 17:40
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Custodiado por las diferentes direcciones de la Central de Policía y ubicado en el corazón del edificio de calle Entre Ríos al 579 sur, el Museo Sub Comisario Gabriel Guzzo guarda detrás de sus puertas vidriadas más de 160 años de historia policial, revelada en tesoros únicos sanjuaninos. 

Enmarcada en los aciertos y avances de reconocidos próceres como Domingo Faustino Sarmiento y Antonino Aberastain, la muestra revela las diferentes etapas, luchas y avances generacionales por los que transitó la Policía hasta llegar a ser la institución que se conoce en la actualidad. Allí, con gran riqueza de la identidad local, revelan que cada vez son más las escuelas e instituciones que buscan conocer el museo, y de esta forma, acontecimientos que marcaron a San Juan. 

“Nuestra historia comienza con la muerte del Dr. Antonino Aberastain. Él siendo gobernador muere en La Rinconada defendiendo nuestra autonomía, defendiendo la democracia de la provincia. A su muerte, Domingo Faustino Sarmiento, que era integrante del gobierno de Buenos Aires, se entera del fallecimiento, viene a San Juan y se hace cargo. Al ver una provincia tan convulsionada como la que encontró, organiza las distintas instituciones y ya dejamos de tener una milicia provincial y una milicia nacional. Pasamos a tener la Policía de San Juan. Eso fue en 1862”, comenzó explicando Rita Robledo, cabo primero de la Policía, a Diario La Provincia SJ.

Sable de Antonino Aberastain - Fotos: Maxi Huyema - Diario La Provincia SJ.

El sable de Antonino Aberastain

Colmado de tesoros históricos, a su ingreso, el primero que puede apreciarse es el único sable de Antonino Aberastain, que en la actualidad existe, porque había otro en un museo donde fue robado. Éste es del año 1840 aproximadamente, y en el lomo se encuentra la inscripción del escudo.

Junto a él, está el retrato de Atonino Aberastain que con el sable, fueron donados por la familia a la Policía de San Juan. “Es un cuadro que puede datar entre los años 1840 y 1860. Está hecho por Gregorio Torres, que es un artista mendocino de la rama del romanticismo, muy amigo de Sarmiento y de su hermana Procesa Sarmiento, que también fue la primera mujer pintora y artista de San Juan. Es una pintura en óleo que ha sido restaurada por el Museo Provincial de Bellas Artes. En su restauración nos informan que es una pintura que podría haber sido de tamaño original del doctor Aberastain, pero con el paso del tiempo ha quedado lo que es el rostro, y es el único que tenemos”, explicó la integrante de la Sección Archivo y Museo Histórico. 

Como parte de la historia, Robledo contó que fue Camilo Rojo el encargado del primer cuerpo de policías, formado por 50 efectivos que debían cumplir como condición el saber leer y escribir. “Teniendo en cuenta la época, en 1860, en la Argentina no había muchas personas alfabetos, entonces para nosotros es muy importante ese detalle. Más tarde se manda a comprar también la ropa para esos uniformes a Chile, y la tela era verde, por lo que nuestro primer uniforme era de ese color". 

Curiosidades de época de la sociedad sanjuanina 

Otro de los tesoros que guarda el mundo son libros que en el lomo se pueden observar los años 1880, 1890. Los llamados "Libros de guardia", en donde se transcriben las novedades que pasaban en las distintas dependencias policiales.

“Para esa época no teníamos municipios, entonces tenías como gobernador la autoridad máxima y le seguía lo que era el Jefe de Policía. Entonces el jefe tenía muchas funciones, no solamente de la prevención, sino también la de administrar un municipio, que tenía que ver si las calles estaban adoquinadas, si los frentes a tal horario en la tarde estaban con las luces, que era el farol o la vela, si no se colocaba la multa. Había que ver también si los caballos estaban bien estacionados, si los carruajes llevaban el foquito. Es decir, las normas viales que tenemos ahora”, contó. 

Otra de las funciones a cargo de los primeros policías, que ahora las hace Bromatología, era la verificación del estado de la carne y que sea apta para consumo, además de que los precios no sean excesivos. "También tenemos nosotros acá en estos libros, cuando Sarmiento ya como presidente, lanza la Ley de Educación. En nuestros libros tenemos las directivas de que el personal policial debía acercarse a visitar las escuelas y verificar que los niños en edad escolar asistan. Caso contrario, se debería ir al domicilio y ver cuál es el motivo de la falta del alumno en el colegio”, expresó sobre las curiosidades que aún revelan las hojas antiguas. 

Pedidos de captura de Santos Guayama y Ángel "Chacho" Peñaloza.

“Para algunos, Guayama era el ‘Robin Hood’ de Argentina y para otros era el peor de los villanos". Así describió la referente a José de los Santos Guayama, "el hombre que murió nueve veces" y que fue un célebre gaucho argentino. Uno de los líderes de la "rebelión lagunera", en las Lagunas de Guanacache, resistió como bandolero durante varios años, hasta su captura y fusilamiento. 

"En estos libros figuran los pedidos de captura a nivel nacional y en uno de ellos nos dicen que había andado por la zona de Desamparados. Que había sido visto el delincuente Santos Guayama con la gente que él llevaba. Entonces, que había que tener cuidado en esa jurisdicción porque él andaba por ahí”, dio a conocer. 

Poncho de Cura Brochero

En el centro del salón del museo, como una de las piezas más preciadas está el poncho de Cura Brochero, una reliquia de grado 3 que ha sido donada por el santuario del Cura Brochero de Córdoba, a cargo del capellán de la Policía de esa provincia. 

“Es un poncho que sale a visitar, no solamente a los policías sino también a toda aquella persona que lo necesite y lo requiere. Nosotros nos dirigimos con él, con el ponchito, al domicilio de las personas y hacemos una celebración que nos ha indicado nuestro capellán y le hacemos la imposición del poncho”, dijo.

La joya 

Uno de los jefes de Policía fue Torres, quien murió en un atentado que realizaron contra Federico Cantoni en 1934. "Él recibió todos los impactos de bala en su cuerpo y Cantoni, un impacto a la altura de su cabeza en el costado. Eso también fue muy notorio, conocido en toda la provincia, en el país. Lamentablemente, por la muerte de nuestro primer Jefe de Policía, en las órdenes del día salió que falleció por actos de servicio. A la vez de Jefe de Policía, era el custodio del Gobernador”, reveló. 

En las vitrinas se exhiben varios de sus objetos personales entre los que se encuentra una credencial de ferrocarril de 1933, "la sube de la época", el silbato, que conoció en Europa e implementó en San Juan, y una foto con el grandísimo músico Carlos Cardel, a quien acompañó en su visita a la provincia en 1932. 

Así, entre pasillos y vitrinas, armas e instrumentos musicales son otros de los tantos artefactos que allí develan un fragmento de la historia policial, entre los que resalta una copa original del Himno Nacional Argentino. 

“Tenemos algunas partituras que están hechas de letra de Gabriel Guzzo, que es la persona que lleva el nombre al museo. Y una evocación gauchesca, una revista que también la hizo él. Muchos de sus temas fueron cantados por Los Chalchaleros y Los Manceros. También tenemos a Cayetano Silva, fue quien hizo la Marcha de San Lorenzo. Pasó por San Juan y fue director de la Banda de Música. Nosotros tenemos la fotografía en la que sale como director”, agregó Rita. 

Y sobre el libro azul que en su interior contiene la copia del Himno, reveló: “Fue dado en 1945 para todas las bandas policiales y bandas militares de la Argentina. Es la copia original. Bien. Y otra evocación que hace la banda de música. A principios de 1900, 1920, 1930, la se dividía y hacía presentaciones en las tardes en las plazas. Hacían marchas, ópera, porque en la época eran muchas óperas y la mayoría de sus integrantes eran extranjeros. Entonces, hacían esa clase de música. Y tenían días, por ejemplo, unos iban a la Plaza 25, otra a la Plaza Aberastain. Los ciudadanos podían ir y verlos actuar”.

Los objetivos del Museo

Motivados por dar a conocer los detalles de su riqueza y llevar al museo a cada departamento de San Juan, Rita Robledo contó que cada vez son más las escuelas que solicitan recibirlos en los establecimientos, en donde también realizan actividades lúdicas con una duración de aproximadamente 3 horas. Para ello, deben presentar una nota en el área de Relaciones Policiales de la Central de Policía y pedir por el museo en la escuela. 

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