Historias

El llamado de una sanjuanina en EE.UU. movilizó el enorme desafío solidario de un comedor

El comedor "Pancita feliz" comenzó a trabajar con la cuarentena y generó una reacción inesperada. Conocé la historia.
domingo, 31 de mayo de 2020 11:57
domingo, 31 de mayo de 2020 11:57

Fernando Salinas ni se lo esperaba. Una tía sanjuanina, radicada hace 20 años en EE.UU., quería comunicarse con él. A través de una prima, la mujer había mostrado su interés para saber cómo encaraba su labor solidaria y ayudar. Su llamado lo sorprendió enormemente y los resultados, también.

"Con mi compañero Ariel teníamos una escuelita de fútbol. Con la cuarentena se frenó todo y empezamos a pensar en qué hacer para ayudar a los chicos. En eso, surgió la idea de hacer un merendero pero con el paso de los días, nos dimos cuenta que lo que las familias necesitaban era un plato de comida", contó a Diario La Provincia SJ. En el Lote 32 se corrió la voz y sólo en el primer día llegaron 115 personas para retirar su porción en lo que llamaron comedor "Pancita feliz".

"Decidimos trabajar martes, jueves y sábados y las filas se extienden como por una cuadra. Ahora, podemos decir que hemos ayudado a 300 personas. Contamos con 4 a 5 cocineras, entre las que están mi esposa, mi mamá y mi hermana. Todos comprometidos en ayudar a quienes lo necesitan. Soy padre y me pongo en el lugar de los niños y de sus papás", agregó. 

En plena difusión de sus actividades, que incluyeron un locro para el 25 de Mayo que se vendió muy rápido y con el que recaudaron fondos para comprar utensillos de cocina ya que cocinaban con elementos prestados, llegó el llamado de su tía. "¿Fer en qué te puedo ayudar?, me dijo. Yo no sabía qué decirle. Me quería enviar dinero, dólares, pero no tenemos cuenta bancaria. Pensé en pedirle que me mandara ropa para niños pero ante esta cuarentena, no era muy viable. Entonces, ella se acordó que uno de sus sobrinos trabaja en una zapatería. Podía depositar el dinero para compráramos allí zapatillas para los chicos. Le dije: "tía, son 300 niños" y me respondió: "bueno, vamos a ir de a poco entonces"", cuenta aún asombrado de la generosidad de su familiar.

Así, Fernando ya lleva comprados y entregados 27 pares de zapatillas nuevas. Las caras de los chicos y de sus familias no tienen precio. "Es un granito de arena muy valioso para ellos. Con el dinero que me mandó pudimos hacer esa compra. Yo digo que es una cosa de locos, pero qué lindo lo que podemos hacer. Nos gusta mucho ayudar", dijo Fernando.

Con el desafío en marcha y la ayuda de su tía, con la que también invirtieron en mejorar la cocina para Pancita Feliz, también agradeció la colaboración de profesores de la UNSJ que "hicieron una tómbola y nos donaron $14.500. Los invertiremos en mercadería, en utensillos y lo que haga falta para sostenernos en el tiempo. Con la ayuda de ellos y de los vecinos, hemos hecho mucho en poco tiempo y ahora, vamos a organizarnos también para gestionar soluciones a problemas vecinales", sentenció.

Para colaborar con el comedor, se pueden comunicar al 0264- 6200306.

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