La cuarentena por coronavirus frenó muchos proyectos pero otros siguieron con su ritmo. Entre ellos se encuentra la fábrica de calvados de Calingasta que significa el regreso de la elaboración de una bebida que supo ser emblema del departamento y muy reconocida por su calidad. Hace un año se conocía este proyecto que daba sus primeros pasos y a fines del año pasado ya mostraba avances contundentes.
A esta altura, todo permite esperanzarse en que se cumplirán los plazos originales del proyecto que preveían que a fines de 2020 se comenzaría con la producción de esta bebida tipo licor que se obtiene por destilación de la sidra, obtenida de la manzana. Dejó de elaborarse hacia los años setenta debido a que la receta original contemplaba una maceración de entre 8 a 10 años en barricas de roble, lo que generaba un elevadísimo costo.
La iniciativa conjunta entre el municipio de Calingasta, la facultad de Ingeniería de la UNSJ, la Universidad de Quilmes con apoyo de la Secretaría de Ciencia y Técnica y del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT) no se doblegó a los tiempos de pandemia y la parte industrializada y edilicia está lista. "Terminamos con la adecuación de un edificio del casco histórico de Tamberías tanto para instalar la destilería como para el funcionamiento de un Centro de Interpretación. Por parte de la UNSJ, también se finalizó con la fabricación de un destilador de acero inoxidable, con una tecnología de punta y que apunta al ahorro energético. Sólo resta trasladarla al departamento en cuanto esta cuarentena así lo permita", destacó el director de Turismo, Heber Tapia a Diario La Provincia SJ.
Además, se cumplió con una fase de capacitaciones y se logró elegir el diseño de las etiquetas para el flamante producto, con la participación de un grupo de mujeres del departamento. "Estamos muy entusiasmados porque pudimos seguir trabajando en este proyecto que revalora un producto característico de Calingasta como es el calvados y también, la producción de manzanas. Un valor agregado muy importante a nuestro producto turístico", acotó.
El destilador y el sistema de producción de calvados diseñado y creado por ingenieros de la UNSJ logró el visto bueno en sus elaboraciones "piloto". Algunas pruebas artesanales realizadas el año pasado por enólogos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) arrojaron que su destilado logró 9 puntos mientras que el calvados de 30 años, que aún se conserva de viejas elaboraciones, obtuvo 5.
Una iniciativa "de alto grado"
El año pasado, "se comenzó con la recuperación de la superficie de plantaciones de manzana y sobre todo, eliminando la plaga Carpocapsa. Después, era necesario que se mejorara la calidad de la fruta, tras algunas cosechas. Ya hubo venta de la fruta, entera y molida para vinagre, con muy buena recepción y ahora llegó la etapa de la capacitación de los recursos humanos", señaló Tapia.
Los integrantes de la Cooperativa Agrícola Tamberías, que ya se embarcaron en proyectos como la producción de miel, porotos y alfalfa, serán los encargados de concretar la fabricación de la bebida que fue furor en las décadas del 40 y 50 y que tiene un importante grado alcohólico (alrededor de 45º).
"Tenemos personas cuyos abuelos y padres trabajaron en la fabricación de calvados y están muy entusiasmados.No sólo se recuperará una actividad productiva emblema del departamento, sino que se generarán fuentes de trabajo y se revalorizará el casco histórico fundacional de Calingasta, que está ubicado en Tamberías. Allí también se recuperó la Plaza Cantoni, que los obreros de esa familia levantaron para sus patrones Federico y Aldo. Además del monolito y placas originales, se la hizo inclusiva con rampas para sillas de ruedas", acotó Tapia.
La planta de fabricación estará en ese casco histórico frente a una escuela museo y se espera que se convierta en una gran atracción turística.
