Desesperado. Así estaba Darío Vacazur, un padre sanjuanino que perdió a su hija tras un trasplante de médula en el Hospital Gutierrez, en Buenos Aires, y no podía traer su cuerpo a San Juan. Brenda tenía 13 años de edad y se había sometido a la intervención hace unas semanas pero su cuerpo comenzó a rechazar la médula hace unos días y este viernes murió.
En Buenos Aires, la única que pudo acompañarla hasta último momento fue su mamá, porque su papá tenía que trabajar en San Juan. Pero este jueves fue el desenlace y, en medio de grandes restricciones por la pandemia del coronvirus, no tenía los mecanismos para poder traerla a la provincia para darle el último adiós. Ante este escenario, Desarrollo Humano intervino para gestionar y hacerse cargo del traslado del cuerpo.
"Esta mañana cuando falleció la niña, nos pusimos a disposición de él. En su momento tenía obra social pero no se hizo cargo. La Casa de San Juan tomó los datos e hizo todos los trámites. El ministro Fabio Aballay nos pidió que las traslademos y se está tramitando todas las autorizaciones correspondientes. De por sí es complejo trasladar una persona fallecida, se requieren permisos, acta de defunción y ahora se suma el certificado de circulación nacional y autorización provincial. Eso se suma como nuevo. Además también tenemos que autorizar a la persona que traslada a ingresar y salir de la provincia. Y tiene que tener el certificado médico de que no falleció por COVID-19", explicó Sergio Sepúlveda, subsecretario de Asistencia Social, a Diario La Provincia SJ.
Toda la gestión ya está hecha y este viernes sale a San Juan por vía terrestre. Brenda y su mamá vendrán en la misma movilidad aportada por el Estado. "Nunca se traslada a un familiar pero se hizo una autorización para que pueda viajar con la menor fallecida.
Fue un día arduo con mucha actividad, siguiendo las directivas del gobernador y el ministro Aballay pero ya el sábado en la madrugada estarán en la provincia", finalizó el funcionario.
