Relato

Carlos, el colectivero sanjuanino que aportó "su granito de arena" para ayudar a nacer a una bebé

El joven de 28 años vive en La Bebida, en Rivadavia, y hace poco menos de un año es colectivero. Asegura que actualmente está haciendo lo que siempre quiso. 
viernes, 10 de abril de 2020 17:45
viernes, 10 de abril de 2020 17:45

Estar en el momento justo para hacer lo que hay que hacer. Fue lo que movilizó al colectivero Carlos Montaña y la ginecóloga Ethel Vera quienes en medio de la cuarentena por la que atraviesa San Juan para impedir la expansión del coronavirus, "volaron" para ayudar a unos papás a dar a luz. 

Todo ocurrió este miércoles, después de que la profesional contara en sus redes sociales la historia. Ahora Carlos, el chofer de la Línea 70 de la empresa La Marina, contó cómo vivió el momento, todavía con el corazón conmovido. 

“Estaba trabajando en la terminal y tenía el colectivo, vi que la señora estaba muy impaciente, nerviosa. En un momento se me acercó y me pidió que la ayudara, me contó que necesitaba llegar hasta el sanatorio privado porque unos pacientes iban a dar a luz en ese momento y no conseguía movilidad. No lo dudé y le dije que ¡vamos!, le dije que se quedara tranquila porque íbamos a llegar, ahí no me importó nada más, solo dejarla donde ella tenía que estar. Tuvo un final muy feliz, le desee lo mejor a ella y a la mamá de la bebé que nació, Ema”, contó el noble chofer a Diario La Provincia SJ. 

Carlos en el colectivo de la Línea 70

El joven de 28 años vive en La Bebida, en Rivadavia, junto a su esposa y su hermano, quienes a la vez cuidan a su abuela. Hace poco menos de un año es colectivero y asegura que actualmente está haciendo lo que siempre quiso. 

“Me siento muy orgulloso de que los dos hayamos hecho eso que nos tocaba en ese momento, llegamos a tiempo y nació una vida más en el mundo, sana y en una familia feliz. Fue una experiencia única, seguro para los dos”, agregó Carlos. 

Conmovido por la situación, el muchacho recuerda lo ocurrido recorriendo las calles sanjuaninas vacías de gente por las medidas de sanidad, que asegura que lo moviliza. “Estamos trabajando bien, día por medio y en ese tiempo me dedico a otros trabajos como sumarme a equipos de desinfección en la Terminal de Ómnibus y en otros lugares. Como chofer es raro circular y ver las calles vacías pero es lo que esta vez nos toca y debemos hacerlo”, dijo seguro arriba del ómnibus. 

“Hoy nos toca salir a la calle y trabajar para la sociedad. La solidaridad está en eso, no solo en ponerle el pecho a las balas sino en estar disponible para cuando los demás nos necesiten. Hace menos de un año que trabajo de chofer y nunca imaginé vivir algo así pero es una experiencia que reconforta el alma”, agregó. 

Como mensaje de su gran experiencia, el joven atesorará por siempre el haber aportado un granito de arena en un momento para el que tal vez la vida lo preparó. 

“No la vi más a la doctora pero estoy orgulloso de su labor. Quiero felicitar a los papás y desearle a Ema que crezca feliz y cuidada. Por mi lado seguiré siendo así y estando disponible para lo que se me presente, siempre. Gracias a mis compañeros de trabajo por apoyarme y a la empresa La Marina por ser tan responsables”, finalizó felizmente. 

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