Investigación

Reserva Don Carmelo, el lugar único en San Juan en el que los sismos "hablan"

Allí se encuentra la estación sismológica de banda ancha instalada a mayor altura en Sudamérica. Permite analizar la actividad en San Juan y en otras partes del mundo.
domingo, 29 de marzo de 2020 08:30
domingo, 29 de marzo de 2020 08:30

En San Juan se pueden registrar en tiempo real y analizar sismos de Chile y México, por ejemplo. Todo esto es gracias al observatorio y estación sismológica instalada en Reserva Don Carmelo, un área protegida en Ullum que se destaca no sólo por su riqueza en flora y fauna sino por su posición estratégica que permite detectar la actividad de las placas tectónicas en esa zona de nuestra precordillera que no deja de moverse y lograr cambios en nuestra geografía.

"La Reserva Don Carmelo está ubicada en un lugar único en nuestra precordillera. Se instaló un observatorio de sismógrafos y de GPS para medir el movimiento de la tierra allí, todo el tiempo. Medimos los sismos provinciales, regionales con los instrumentos y analizamos la información. Los becarios y los investigadores locales  investigan la causa de los sismos que ocurren en ese lugar particular y también los datos llegan a centros de investigaciones de EE.UU., por ejemplo. Realmente tiene un potencial enorme para nosotros y está ganando reconocimiento", destacó la doctora en Geología, Patricia Alvarado.

En 2017, la estación sismológica a pleno.

Junto al equipo interdisciplinario de sismotectónica del Centro de Geósfera y Biosfera de la UNSJ/ CONICET van a ese lugar con periodicidad y reciben constantemente en sus oficinas todos los datos de la estación DOCA que además tiene GPS que permite una lectura integral de las causas de los sismos. "San Juan es parte de un sistema con particular actividad sísmica a 100 km. de profundidad. Esto se produce en lugares muy puntuales del mundo. Aquí se da un fenómeno de subducción donde las placas chocan y una de ellas se hunde debajo de la otra. Los sismos que ocurren bajo la Reserva son más comunes, que no han daño, son constantes y ayudan a la formación de nuestras montañas y al cambio de nuestra geografía. Tenemos rocas a la vista que deberían estar bajo tierra pero son los sismos los que las hacen "emerger". Si bien esto es muy lento, no para. Ahí está uno de los puntos más interesantes para los investigadores", resaltó.

La Reserva tiene su estación con energía solar y conexión a Internet satelital. A simple vista, son equipos pequeños pero su precisión y poder de captar información es enorme. "Seguimos insistiendo en que mientras más conozcamos nuestra actividad sísmica, mejor preparados estaremos para reaccionar frente a ellos. Nuestro estilo de vida, las construcciones más seguras, los protocolos de actuación y prevención; todo mejorará gracias a la información de lo que sucede en lugares como la Reserva o en las mismas sierras de Pie de Palo, por ejemplo, en la que ocurren al menos 20 a 25 sismos diarios", sentenció.

La estación DOCA está a 300 metros del refugio de la Reserva, en un paisaje característico de la precordillera sanjuanina.

 

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