Historias

Pamela Guevara, la sanjuanina que conquistó a Tinelli y hace "terapia musical" en las redes

La joven que conmovió con su interpretación de "Zamba para olvidar" logró un fuerte lazo con un público fiel y se deja sorprender por los caminos que la música traza para ella en esta pandemia.
domingo, 6 de diciembre de 2020 10:55
domingo, 6 de diciembre de 2020 10:55

A Pamela Guevara le gusta ser muy auténtica. Por eso, cuando la rutina familiar le marca una pausa, ella toma su mate, una playlist que quiere compartir y la que se va incrementando con algunos pedidos. De repente, transitó casi una hora a pura música, una charla en confianza y muy cordial en un escenario que ella plantea y que las redes sociales le ayudan a expandir. La cantante sanjuanina y admiradora de Abel Pintos que alcanzó una repercusión nacional al ser destacada por Marcelo Tinelli por su interpretación de "Zamba para olvidar" hace casi un año, celebra que la música sigue tendiéndole puentes y también, salvavidas a su alma y a la de quienes la siguen.

En diálogo con Diario La Provincia SJ, comenta que "mi vínculo con la música empezó con mi grupo religioso de la infancia y la adolescencia. En ese momento, me doy cuenta que podía cantar para los demás y que gustaba. Afiancé esa relación desde el lado de mi mamá que, cuando limpiaba, ponía la música muy fuerte y eso me marcó. Por eso en mi repertorio hay temas viejitos y clásicos, como Isabel Pantoja. Creo que tengo un alma vieja".

Y relata que "si bien estudié canto un tiempo y también actuación, para hacerlo más profesional, hice la elección de ser mamá joven y puso en pausa ese proyecto. Recuerdo que mi debut en escenarios fue en el acto de cierre de la Policía Juvenil y me convocaron para cantar con un grupo de folclore. Fue en el Estadio y al compartir un tiempo con ellos, tuve presentaciones en la Escuela de Enología también en actos especiales. Pero si bien me gusta el folclore, me siento mejor con el repertorio melódico".

Pamela se dedicó a su familia, integrada por sus tres hijos y su esposo con los que comparte sus días en La Bebida, y también a una fuerte relación con sus papás y sus hermanos. A medida que pasó el tiempo, el folclore se fue alejando y del grupo del que era parte, quedó la complicidad con Alejandro, quien la acompaña con guitarra en los shows de cover que realizó.

Pero en pandemia, el escenario se hizo virtual con sus Facebook lives: “aunque se piense que lo hago para ellos, lo estoy haciendo más para mí. Es mi terapia. Tengo un público fiel que me sigue y con ellos, hasta por mensaje privado me hacen llegar lo que quieren escuchar o incluso, que conversemos en la transmisión. Fue mi interacción con el mundo en esta cuarentena. Es un mimo para el alma que lo multiplico y me hace doblemente feliz. La música es mi terapia; cada vez que quiero sacar algo de mi interior uso la música: para consolarme, para llorar o sentirme mejor. Cuando me quedo sin palabras me represento a través de la música. Más de adulta, comencé a compartir eso que me hacía tan bien con los demás y encontré mucha gente que sentía lo mismo; que podía hacer una lectura desde esa sensación. Es ha sido muy importante para mí".

Su talento era muy valorado por su entorno, sus seguidores que la fueron descubriendo hasta que llegó un momento en que todo hizo "click". "Lo de Marcelo Tinelli fue un sacudón porque no sólo compartió un video de mis redes, sino varios en estos meses. Imaginate que para mí ya era importante que lo que hacía pudiera compartirlo con alguien más. Y el alcance ha sido enorme: tengo seguidores en República Dominicana, Cuba y muchos otros lugares, en los que argentinos siguen lo que hago. Y el hecho de que Marcelo o gente de su producción haya puesto el ojo en mi música fue abrir una puerta para que muchos más me vieran y conocieran; que conectaran conmigo. No planeo vivir de la música; por supuesto que si eso se da, grandioso. Pero si desde una persona tan popular como Tinelli pude llegar a personas que están en rinconcitos y/o en la misma situación que yo, ya es muchísimo. Ya va a pasar un año de eso y siento que sigo haciendo lo mismo: recurriendo a la música para transmitir lo que no puedo poner en mis palabras".

Un duelo doloroso y un consuelo hecho de canciones

José Fernando “Tito” Guevara era el papá de Pamela y partió en plena pandemia. Siempre se emocionaba al escucharla cantar; sobre todo si era folclore y entre las últimas charlas con ella, le sugirió que interpretara cumbia.

"Para recordarlo, me tatué de una frase de la canción “El Mar” de Abel Pintos. Mi papá disfrutaba mucho de escucharme cantar y era de pucherear y de emocionarse. La última vez que lo vi bien ya que sufrió un ACV me dijo: “vos tenés que cantar cumbia” y no alcancé a poder cantarle. El destino quiso que la última en despedirlo, en esta pandemia, fuera yo. Le canté, le dí un último beso y nadie más pudo verlo; por los protocolos COVID. Por eso, elegí esa frase que me representa tanto de la canción", compartió Pamela.

Y en el difícil, nuevamente cobró protagonismo la música. "Siento que me acompaña todos los días, creo firmemente que no nos dejan del todo y por eso, este tiempo de pandemia ha sido muy duro ya que no he podido conectar como hubiera querido con los afectos y desde ese lugar, se maximizan las emociones. Mi papá nunca dejó de estar conmigo y lo encuentro en la canción “El Mar”, en el tema que le canté por última vez y con la música, puedo sacar ese llanto que a veces no se puede expresar de otra forma"

Las claves

Una canción: "El Mar", de Abel Pintos, para quienes han perdido seres queridos y no se han podido despedir en este momento de pandemia. Es un punto, el mar, en el que nos vamos a volver a encontrar. Hay que aprovechar el momento, no guardarte nada; decir "perdón" y "te amo".

Un objetivo para 2021: "lo que más me gustaría es apoyar a chicos que están empezando; me gustaría conectar y asistirlos en sus proyectos, algo que no se pudo dar este año tan especial".

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