Historia

Una taxista sanjuanina se contagió con coronavirus y tuvo un raro síntoma: "te da mucho miedo"

Vanesa tiene 41 años y transita los primeros días con coronavirus. Un síntoma poco conocido se reflejó en ella que confundió con otra enfermedad.
lunes, 26 de octubre de 2020 00:00
lunes, 26 de octubre de 2020 00:00

Sin dudas, el coronavirus es una de las enfermedades que menos se conoce y más se investiga en los últimos meses. Los síntomas más comunes, que siempre explican los especialistas, son dolor de garganta, de cuerpo, dificultad para respirar, erupción y fiebre. Sin embargo hay otros síntomas que se suman a la larga lista y que se conocen mucho menos e incluso se pueden confundir con otras enfermedades.

Uno de estos síntomas es el que tuvo Vanesa Gomez. Ella es sanjuanina, tiene 41 años de edad y se contagió de coronavirus, como parte de su familia. Sin embargo a ella se le manifestó con un síntoma que al principio confundió con infección urinaria pero que los médicos terminaron orientando por Covid-19: ardor al orinar.

"Sentí mucho dolor de cuerpo, de garganta, cansancio y ardor al orinar. Hoy ya estoy un poco mejor. Pero el dolor es muy fuerte, el dolor de piernas también", contó Vanesa a Diario La Provincia SJ y luego agregó: "el ardor del orinar me dijo el médico que es un síntoma de coronavirus. Pensaba que podía ser infección urinaria pero no tuve fiebre y el ardor fue constante, hasta ahora lo tengo".

Vanesa hace 8 años que trabaja como taxista. Confiesa que empezó "por intrusa", porque le gustaba manejar y necesitaba trabajar. "Me eran convenientes los horarios y me di cuenta que es una pasión, disfruto mucho el trabajo pese a que digan que es peligroso", señaló.

Está separada y tiene 5 hijos de los cuales 3 viven con ella y los otros 2 con el padre. El más chico de sus niños tiene 9 años y de ahí viven con ella también una de 19 y otra de 22 años.

Su trabajo como taxista le llevó a enfrentar el miedo de la inseguridad pero nunca pensó toparse con la enfermedad. "La economía bajó muchísimo en este tiempo y el trabajo nuestro está cuesta arriba. A eso se sumó el miedo a la enfermedad. Si bien tenemos los cuidados como división con naylon, uso de rociador, alcohol en gel y barbijo, hay mucha gente que no cree en esta enfermedad y no se cuida. Además el virus también va en la plata y por ahí pasa", señaló.

Por ahora tiene dudas si se contagió llevando algún pasajero en el auto o en alguna reunión con algún contacto directo que tenía la enfermedad. "La gente no se cuida y sale a la calle con el virus. Cuando me enteré que tenía ese contacto estrecho con el virus ahí no más me guardé", señaló y lamentó que hay personas que saben que algún contacto estrecho tiene el virus y así y todo salen a la calle y hacen vida normal, pudiendo estar contagiados.

"A esa gente le pido que tenga responsabilidad porque podes contagiar a alguien que tiene problemas mayores y que contagiarse le puede cobrar la vida", lamentó y luego agregó: "mi familia está muy asustada porque soy fumadora hace muchos años. Pero no pasó más que los dolores que te comento. Espero que no aparezcan más síntomas. Miedo sí tengo, totalmente, se vive el día a día".

La actividad de Vanesa lleva a que el ingreso económico sea del día a día. Pese a eso, ella apostó por aislarse, no salir a trabajar, para poder cuidarse y cuidar a los demás. El mismo mensaje le dio a sus hijas que viven con ella y a quienes les pidió que no salieran hasta tanto sean dados de alta. "No queremos salir a contagiar a nadie", aseguró.

En este proceso, el Sindicato de Conductores de Taxis viene dándole una mano con donaciones para no poder pasar estos días tan difíciles que le toca enfrentar. 

Por su parte, desde Salud Pública le dieron una orden que indica que deberá estar aislada hasta el 7 de noviembre y ese día recién recibirá el alta. Si bien eso la llena de incertidumbre por lo que pueda pasar con su salud, siente que la responsabilidad es lo principal que tiene que tener porque la enfermedad no mide edad, ni sexo.

"Es una enfermedad que estamos enfrentando y no tenemos ni idea. No está la enfermedad exacta. La prevención no es la que debe ser, da miedo porque no se sabe qué se enfrenta. No a todos les da con los mismos síntomas y no todos se salvan. Hay que tener mucho cuidado y no es mentira como hay muchos que dicen que es un invento", puntualizó.

Vanesa tiene familiares contagiados "que la están pasando muy mal", entre ellos su propio padre que viene con una constante de fiebre que alcanza incluso los 39 grados. Además su cuñada, que tiene lupus, también se contagió y terminó en cama "por una persona que la fue a visitar y previamente se había hecho el hisopado". "Es negligencia de la gente que no se cuida", lamentó.

Este domingo murió un remisero conocido con coronavirus y la noticia caló hondo en ella: "me cayó triste porque venía siguiendo el tema, porque la operadora de la empresa en la que él trabajaba es amiga mia y me decía cómo estaba. Me afectó y dolió bastante la noticia". 

Ahora ella piensa en mejorarse y poder ayudar al prójimo una vez que se recupere del todo, donando plasma. 

 

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