Tras más de 12 horas tomando la Catedral de San Juan, el Polo Obrero abandonó las instalaciones minutos antes de la medianoche de este jueves. La gente, que había copado los bancos del templo y que tenían como objetivo pasar la noche allí, desistieron de la toma después de que se les indicara que en esas condiciones de presión no se iba a negociar.
Según explicó el padre Doña, la gente pedía la mediación con el obispo para que intercediera por viviendas y adujeron que una vez consiguieron su objetivo actuando de esta manera. "Le dijimos que si dejaban la catedral se negociaba pero no lo hicieron al mediodía y por eso pusimos la denuncia", explicó en Canal 8.
Luego indicó que la Iglesia no está a favor de "gestos violentos o imposición" para conseguir las cosas y muchos "no lo entendieron ni aceptaron". "Era un problema que estuvieran porque si llegaba a haber una situación de salud o accidente, no tenían seguro. Por otro lado ésta no era la forma para que los canales correcto puedan intervenir en la situación", señaló.
