San Juan tuvo una seguidilla de días con alta siniestralidad vial fatal, que llevó a reuniones y planteos de urgencia en el ámbito de Tránsito y de la Policía para realizar tareas preventivas e incluso recrudecer los controles.
El subsecretario de Seguridad, Abel Hernández señaló en radio Colón que "tenemos una situación desde hace tiempo que tiene que ver con el crecimiento del parque automotor y con las flexibilizaciones para los conductores, como la baja de edad y con cuestiones de conductores con carnet profesional. Estas circunstancias, lejos de mejorar esta situación, la complejizó en la circulación en la vía pública.
Detalló que "la pauta cultural del argentino nos lleva a ser transgresores por naturaleza y el gil y el tonto, cumple con las cosas. Si no hay controles, proliferan los que desafían a la legislación. Todos rendimos para sacar el carnet de conducir y después, adaptamos conductas como exceso de velocidad o bajo efectos de alcohol y estupefacientes. Es por ello que eso se traduce con siniestros viales".
Hernández expresó que San Juan, no obstante, bajó la mortalidad en siniestros viales: "hemos tenido años con 112 muertes y ahora, estamos en un número menor. Pero eso fue a cuenta de controles rigurosos y de colapsar el depósito judicial de 9 de Julio con vehículos radiados por faltas graves".
En un balance, señaló que "trabajamos para bajar los números en rojo. Necesitamos dividir las faltas leves, que no ponen en riego las vidas, y aquellas en las que sí como el uso del celular al conducir que causa distracciones y el consumo de sustancias. Tenemos vuelcos o salidas de vías que terminan con choques graves contra vehículos o peatones".
