"Mamá, me duele el pecho". Fueron las últimas palabras que escuchó Érica Rivera de boca de su hijo Emmanuel Carbajal, de sólo 12 años. Junto a su esposo, había pasado a buscarlo a él y a su otro hijo de 11 años por la escuela y un brutal choque en Callejón Ullum, el 18 de mayo de 2015, los cambió para siempre. Impactaron contra el auto manejado por la policía Silvina Beatríz Morales que, de acuerdo a lo declararon testigos, circulaba a contramano por callejón Ullum, muy cerca de la entrada al barrio Rivadavia Norte.
"Mi hijo se fue con su guardapolvo puesto; junto a su mochila y sus cositas. Para mí es como si hubiera pasado ayer. Agradezco, en medio de este horror, que hubo testigos que vieron todo y que nos ayudaron. De esa mujer (por Morales) recuerdo cada cosa que hizo y su falta de consideración y respeto por lo que nos ocasionó. Nunca se disculpó", señaló Érica a Diario La Provincia SJ. A cinco años del hecho, esperan que la justicia dicte sentencia tras el procesamiento de Morales por homicidio culposo. De acuerdo a la familia Carbajal, la efectivo policial sigue en funciones y no trató de comunicarse con ellos de ninguna manera.
"Ella fue contradictoria con sus declaraciones. Primero dijo que nosotros íbamos en contramano y después que se le cruzó un perro y por eso, dio el volantazo y nos chocó. Pero hubo testigos que vieron todo y expresaron que ella hizo casi dos cuadras en contramano. Habrá venido con su celular en la mano; no sabemos pero ocasionó nuestra tragedia", aseguró.
Morales guiaba un Renault Clío que, de repente, de acuerdo a lo que consta en la causa judicial, cambió de carril. En eso, y por su velocidad, no dio tiempo a Nicolás Carbajal a esquivarla y él junto a su familia sufrieron un fuerte choque en su Renault Megane que "los tiró para atrás". Emmanuel que iba en la parte trasera quedó consciente y lograron bajarlo del auto pero lesiones internas en abdomen y tórax le causaron la muerte horas después. Érica afirma que recuerda todo: "le dije a mi esposo: "ese auto se nos viene encima". Fue un segundo y nos chocó. Me desprendí el cinturón para ver a los chicos. Emmanuel me respondió al instante y mi otro hijo no podía caminar. Testigos nos ayudaron y uno de ellos hasta tuvo en brazos a Emmanuel. Un médico que pasaba por allí lo vio y me dijo: "hay que llevarlo ya al hospital". Tenía un hueso más arriba de lo normal".
En eso, asegura que "ella (Morales) se quedó en su auto hablando con un remisero. Ni se acercó. Eso no me lo olvido más". Ya en el Hospital Rawson, volvieron a cruzarse en Urgencias "pero no me dijo nada. Ella sabía que mi hijo había muerto pero sólo hablaba con otros de cómo iba a hacer para arreglar su auto".
Tras la muerte de Emmanuel, la causa recayó en el Segundo Juzgado Correccional, a cargo de la jueza Carolina Parra, quien imputó a la mujer policía por homicidio culposo. La familia Carbajal está esperando justicia y los representa el abogado Octavio Caballero. "Nos destruyó la vida para siempre. Se llevó la vida de un niño que era excelente. Lo cuidábamos tanto a él y a su hermano que jamás fue ni a comprar solo. Fue abanderado; quería estudiar una carrera relacionada a la informática. Tenía muy claro que quería ser y hacer. Nuestro abogado nos dijo: ella no va a ir presa nunca. Me costó entenderlo hasta que gracias al apoyo de Familias del Dolor y la Esperanza pude hacerlo. Sólo espero que le saquen el carnet y no pueda manejar más. Es lo mínimo que espero de la Justicia", sentenció.
