Los vecinos no lo pueden creer. Un incendio afectó parte de su casa y murió en una habitación. Los motivos precisos aún no se conocen y quedarán determinados cuando le realicen la autopsia en la morgue provincial. En este escenario, los vecinos quedaron consternados, doloridos. Guido Iribarren, el poeta, Don Guido, como le decían había muerto.
"Es un vecino de toda la vida, no lo puedo creer", dijo con los ojos llenos de lágrimas una vecina que aún mira de manera fija la casa que muestra en la ventana una gran columna negra marcada como sello de lo que ocurrió allí.
"Ahí entraron unos vecinos para ayudarlo, porque sabíamos que estaba con problemas de salud pero no pudieron hacer nada", agregó otro vecino que desde lejos mira la escena con el camión de bomberos de un lado y la morguera provincial del otro.
"Un señor avisó del humo, la gente quería entrar y nadie podía entrar. Tardaron mucho los bomberos", aclaró una mujer a lo que otro vecino agregó: "era un vecino de toda la vida, como un hermano para mi, ha sido un gran hombre, ha sido nuestro vecino ilustre de la villa Don Bosco".
A Guido le decían "el Poeta de las Diagonales" y era la voz amable que saludaba a los vecinos y mantenía buena relación. Ultimamente su salud le complicó sus pasos pero el afecto de todos continuaba intacto. Es que prácticamente toda la vida vivió allí y conocía cada aroma y rincón del lugar.
En diciembre del 2017, Don Guido había participado de la inauguración de la iluminación y pavimento en el barrio, invitado por el intendente Franco Aranda. En aquella ocasión dirigió unas palabras a los vecinos recordando todos los años que transitó por esas calles.
"El lujo de este barrio era el amor. Teníamos poco pero eramos felices. Los papás y abuelos, los viejos, eran uno más en la colmena y generalmente no habían zánganos. Por eso la mixture de esta calle, mi corazón habla por mi espíritu sino sería una caja hueca. Venir por acá me recuerda a Doña Trini, la verdulería, Doña Aguirre, el Sastre, todo lo guarda mi corazón en esta vecindad. El pan amasado y los sábados con ese olor cálido, con esa mixtura pequeña. Era cuando con el tiempo descubríamos letras para formar palabras", expresó hace unos años, Guido.