Quebrado, acongojado. Así se mostró Alfredo Leuco tras la pérdida de su padre, quien murió el fin de semana a los 98 años de edad. Luis Mario Leucovich falleció el sábado en la madrugada en Córdoba, hasta donde llegó el periodista para estar en los últimas horas de su vida.
Hasta allí también había ido Diego, la semana pasada aunque sea por unas horas para poder verlo por última vez sabiendo la gravedad del cuadro que atravesaba.
“Hace justo un mes, para el Día del Padre, sentí la necesidad de hablar de mi viejo", comenzó expresando Alfredo al recordar aquella columna que leyó en su programa "Le doy mi palabra" de radio Mitre y que tituló “Mi viejo, corazón de León”.
"La columna tuvo una repercusión que me conmovió. Muchísima gente la reenvió a sus amigos y seres queridos. Me contaron que ese texto arrancó muchas lágrimas y abrazos. La novedad es que mi viejo murió. Muchos ya lo saben”, expresó.
Luego agregó: “en el pésame que me enviaron, una mayoría, recordó esa columna que hoy quiero repetir para despedirlo. Ahí dije casi todo. Lo que no dije, me lo reservo para mi intimidad y mi alma. Tal vez en aquel momento, yo lo presentí, porque mi padre estaba con su cuerpo muy frágil pero con su cabeza y su corazón entero".
Alfredo contó que en este último tiempo recién se vino a enterar que el nombre de su padre en hebreo, Arie Leib Meir, significa corazón de León. Ese significado cobró mayor fuerza una vez que se reencontró con su padre.
"Era lo único que me faltaba saber para entender esa fortaleza moral de un guerrero incansable. Gracias a Jorge Porta y Guido Valeri, las autoridades de la radio, que me permitieron estar a su lado hasta el último momento. Aquí va mi homenaje, pido disculpas por pasar la grabación pero no puedo leerla sin quebrarme al aire”, destacó Alfredo.
Por su parte, Diego Leuco también lo despidió con sentidas palabras. Él también apeló a una foto del recuerdo donde se lo ve en brazos de su abuelo, hace 13 años. “Luis Mario. Mayor. El Zeide. El gran ejemplo de la familia. Fueron 98 años de puro esfuerzo y honestidad. Nunca una queja, nunca un reclamo. Siempre huevo y a meterle para adelante", escribió en su cuenta de Instagram.
Luego agregó: "Tuvo una vida plena y llena de aventuras y adversidades. Huyó del nazismo y aquí se rebeló ante su propio padre que no quería que estudiara. En aquella época había que trabajar, no se podía perder tiempo en el colegio”.
Finalmente, publicó: “Estudió farmacia y fundó la Farmacia Alvear. Tuvo la dicha de levantarla con sus manos y después ver como sus hijos y nietos continuaron con el negocio familiar y lo multiplicaron. Siempre rodeado de la familia. Tenía debilidad por sus nietos y bisnietos. A todos nos conoció y nos disfrutó intensamente. Gracias Mayor. Te debemos mucho. Lo vamos a seguir honrando todos los días”.
