Nahuel Matheu tiene 31 años y desde hace más de una década se dedica a la carpintería. Con el paso de los programas se ha convertido en una verdadera estrella de “Bienvenidos a bordo”. Este lunes, Hernán Drago decidió destacar cómo se ganó la preferencia del público.
En un posteo en Instagram, mostró una foto con el joven que se hizo conocer como "el carpintero" y lo bancó fuerte: "GRACIAS a todos por estar cada noche del otro lado!! Acá con el carpintero @nahumatheu que se ganó el corazón de todos, con respeto, trabajo, sacrificio y valores que hacen a la gente más grande, a no bajar los brazos, a luchar por sus sueños, siempre positivos y optimistas!"
El modelo destacó: "Un día cayó este loco lindo a sacar el lingote y hoy está viviendo “una locura hermosa” como el la llama, a mi me hace feliz ser parte de estos tiempos que jamás olvidaremos...así el es la vida...que tengan linda noche!!"
Nahuel fue un huracán a su llegada al programa. A comienzos de este año Guido Kaczka introdujo un desafío de hacer dominadas, que se sumó a la larga lista de pruebas físicas en las que compiten sus participantes. Nahuel, fanático del ciclo, fue como participante para sacar el lingote, pero estando en el estudio le preguntó al conductor si no lo dejaba probar suerte en la otra actividad.
Guido, que no se caracteriza por ceñirse a un libreto fijo, no tuvo drama en dejarlo intentar el desafío de las dominadas. Y el negocio fue redondo para ambos: desde el 19 de marzo que Nahuel sigue en el programa y ya llegó a ganar más de 500 mil pesos.
El desafío es sencillo a nivel reglas, pero difícil en lo físico. El compañero de Nahuel, que supo ser Drago pero también Wolfgang y ahora Antúnez, hace una cantidad de dominadas. Luego la pareja que los enfrenta hace lo suyo y finalmente le llega el turno a Nahuel. Por cada dominada que haga superando a sus competidores, se lleva mil pesos. Así, llegó a más de medio millón.
En diálogo con La Nación, Nahuel contó que hace diez años que trabaja en la carpintería que fundó su padre, en el límite entre Adrogué y Llavallol, hace 35 años. "La carpintería me interesa desde la adolescencia, pero a los 18 comencé a tener más responsabilidades en el local porque justo mi viejo se operó de la cintura y me dejó más espacio hasta que él se fue recuperando”, recordó.
Junto a él trabaja su hermano, de 29 años, con quien abrieron otro local de la carpintería en Remedios de Escalada. En total, ya tienen ocho empleados trabajando. "La idea de mi viejo es que sea una empresa familiar y con amigos. Él siempre integró a todo el círculo y le gusta ver crecer a nuestros amigos y armar grupos lindos de trabajo, en el que haya confianza de ambas partes”, explicó.
Desde que comenzó a participar del programa de Guido, cada vez tuvieron más trabajo.
