Estados Unidos

Clausuraron un laboratorio que armaban cuerpos con restos de cadáveres

Se trata del Centro de Recursos Biológicos de Phoenix, Arizona, en Estados Unidos. Encontraron cabezas acumuladas en baldes y un escenario terrorífico.
viernes, 9 de agosto de 2019 08:37
viernes, 9 de agosto de 2019 08:37

La escena era propio de una película de terror. Un laboratorio desmembraba cadáveres para luego vender cada parte de forma ilegal. El hecho ocurrió en Phoenix, Arizona, en Estados Unidos y escandaliza al mundo.

Se trata del Centro de Recursos Biológicos que terminó clausurado, su propietario, Stephen Gore, detenido; y sus autoridades procesadas. El laboratorio fue denominado por los peritos como el  'laboratorio del doctor Frankenstein' y se llegó hasta ahí después de una larga investigación encarada por el FBI que esperaron la situación propicia para dar con los responsables.

Todo empezó por las sospechas de tráfico de cadáveres que, con el correr del tiempo y el avance de las pesquisas, permitió ir comprobando los supuestos. Fueron ocho las familias que iniciaron la demanda en 2014 por la sospecha de que los cuerpos de los fallecidos, donados al laboratorio para contribuir con la investigación de enfermedades, no eran usados con tal fin. 

Tras la investigación, se logró dar con la información que los cuerpos eran mutilados y vendían sus partes sin autorización alguna a "buenos precios". Tal es así que una cabeza la vendían a 500 dólares, una pierna a 1.100, o un brazo a 750. Incluso, un cuerpo entero podía llegar hasta los 5.000 dólares. La noticia se dio a conocer en los medios locales la última semana de julio y ahora se difundió a la prensa internacional.

Tras los allanamientos, la policía descubrió un escenario terrorífico. Según detalló TN, cuando los investigadores entraron al laboratorio se encontraron con baldes llenos de cabezas, brazos y piernas, congeladores con genitales masculinos y varios miembros de personas distintas cosidos entre sí. Los cuerpos no tenían etiquetas ni identificaciones de ningún tipo. También había charcos de sangre humana y fluidos corporales en el fondo del freezer. Los cadáveres habían sido cortados con motosierras y cuchillos eléctricos.

 

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