Un joven de 18 años fue al hospital tras sentir un fuerte dolor de cabeza. Le practicaron una resonancia magnética y exámenes de ultrasonido para saber qué era lo que le estaba pasando.
Los médicos indios descubrieron que la corteza cerebral y el tronco encefálico del paciente estaban llenos de larvas. Eran quistes causados por un parásito porcino.
El muchacho, al que los doctores no pudieron salvarle la vida, acudió al servicio de urgencias de la ciudad de Faridabad, en el estado de Haryana. El joven padecía neurocisticercosis, una enfermedad parasitaria originada cuando una persona ingiere huevos microscópicos de una tenia porcina. Afecta al tejido muscular. De ahí los parásitos se propagan al cerebro. Los personas infectadas pueden pasar mucho tiempo sin presentar síntomas.
Esta tipo de afección se puede tratar con medicamentos. Pero el elevado número de quistes en la cabeza del paciente no permitió que se le suministraran los fármacos antiparasitarios necesarios. Fue tratado con corticoides estándares y medicamentos para evitar que se le manifestaran ataques epilépticos. Sin embargo, no se pudo revertir la situación y murió dos semanas después.
