En el instante en que Bryan Hopkins vio a la gente en el concierto de Las Vegas caer al suelo, supo que las balas, no los petardos, se estaban rompiendo en el aire. Agarrando las manos de los dos desconocidos más cercanos, Nicole Ruffino y su amiga, los llevó a refugiarse dentro de un camión frigorífico detrás del escenario.
Y allí, amontonados juntos mientras más de mil disparos de las armas de Stephen Paddock mataron a 58 personas, Bryan mantuvo a Nicole a salvo, y se enamoró. Ahora, días antes del primer aniversario del peor tiroteo masivo en la historia moderna de los Estados Unidos, Bryan (49 años), y Nicole (25), revelan cómo se encontraron mientras se escondían de un asesino.
"El 1 de octubre siempre estará con nosotros debido a esa horrible tragedia. Pero ahora este primer aniversario no se trata solo de recordar a aquellos que perdieron la vida, sino de celebrar lo afortunado que soy de haber conocido a Nicole. Recuerdo haberle dicho a Nicole esa noche que siempre estaría allí para ella como palabras de apoyo en esa situación, pero ahora esas palabras han cobrado un nuevo significado. Realmente fue el momento clave en mi vida", expresó Bryan en The Mirror quien confesó que aquel día se enamoró de ella "al instante ".
Nicole tardó un poco más en darse cuenta de que había encontrado el amor en los brazos del hombre que la protegía. "Bryan me salvó esa noche, pero en los meses siguientes, me enamoré de un hombre cálido, atento y creativo, y estoy muy agradecido", confesó.
Bryan es artista de música country y fue aclamado como un héroe después de la masacre.
Él y la radiógrafa Nicole eran unos extraños que se encontraban uno al lado del otro en medio de la multitud en el Festival de la Cosecha de la Ruta 91 cuando Paddock comenzó a disparar desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay.
Bryan se apoderó de Nicole y su amiga Nicole Yorba y les instó a correr. Cuando llegaron al área del backstage, él llevó a las mujeres, y a otras 30, a la unidad del refrigerador del catering.
El video muestra a Nicole acurrucada junto a Bryan, quien grabó un mensaje de despedida para sus padres en caso de que no sobreviviera. Bryan intentó calmar al grupo en pánico durante unos cinco minutos, antes de decidir que necesitaban despejar toda el área objetivo.
Mirando por la puerta durante un descanso en los disparos, notó una rampa de metal apoyada en una cerca de 10 pies. Condujo al grupo por la rampa y juntos, contra el eco de los disparos y en la oscuridad total, corrieron a campo abierto hacia la seguridad de la Franja.
Luego, Bryan y Nicole aparecieron en docenas de entrevistas en los medios de comunicación y volvieron a contar su experiencia traumática mientras se tomaban de la mano.
"Tomar su mano se sintió como lo más natural que hicimos al hacer entrevistas juntos", dice Bryan. "Fue inconsciente y, sinceramente, nunca quise dejarlo ir".
