Dirigida a los asesinos

Se le murió la esposa en la masacre de París y escribió una conmovedora carta

La carta fue publicada en Facebook en la que asegura que su hijo de 17 meses de edad no crecerá con temor al Estado Islámico. Hélène y Antoine llevaban 12 años casados.
miércoles, 18 de noviembre de 2015 00:00
miércoles, 18 de noviembre de 2015 00:00

"El viernes por la noche le robaste la vida a un ser de excepción, el amor de mi vida". Con esas palabras, el periodista francés Antoine Leiris comenzó a escribir una conmovedora carta que a los pocos minutos se hizo viral. En esas líneas deja reflejado el dolor por la muerte de su mujer en la masacre de París pero sin odio a pesar de estar "destruido".

"No tendrás mi odio, porque sería ceder a la misma ignorancia que os convirtió en lo que sois", agregó en ese texto el hombre dirigiendo cada palabra a los asesinos de su esposa.

 

La carta fue publicada en Facebook en la que asegura que su hijo de 17 meses de edad no crecerá con temor al Estado Islámico. Hélène y Antoine llevaban 12 años casados. 
 
Hélène Muyal murió asesinada en el teatro Le Bataclan, a donde había asistido al igual que 1.500 personas para ver la banda de rock metal Eagles of Death Metal. Ella fue la primera persona señalada como "perdida" a través de las redes sociales tras la masacre en la que murieron casi cien personas. Luego, el sábado en la noche, se descubrió que estaba entre esos muertos.

Lee la carta completa: 

El viernes por la noche le robaste la vida a un ser de excepción, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero ustedes no tendrán mi odio. No sé quiénes sois ni quiero saberlo, sois almas muertas. Si el Dios en nombre del que matáis ciegamente os hizo a su imagen, cada bala en el cuerpo de mi mujer será entonces una herida en su corazón. 
 
Entonces no. No les daré el privilegio de odiarlos. Lo tenéis merecido pero responder al odio por la ira sería ceder a la misma ignorancia que os convirtió en lo que sois. Queréis que tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con sospecha, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Y no, no lo conseguiréis.
 
La vi esta mañana después de días y noches de espera. Estaba tan guapa, tan hermosa, como cuando me enamoré de ella hace 12 años. Por supuesto, estoy devastado por el dolor, les concedo esta pequeña victoria, pero será de corta duración. Sé que ella nos acompañará cada día y que nos encontraremos en este paraíso de las almas libres al que usted nunca tendrá acceso.
 
Somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuertes que todos los ejércitos del mundo. Tiene sólo 17 meses y como cada día comerá su merienda y después iremos a jugar como siempre. Toda su vida este niño os hará la afrenta de ser feliz y libre, porque no, no tendréis tampoco su odio".

 

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