Indiana, Estados Unidos

Lane Salter, el bebé que padece "piel de mariposa"

La enfermedad es heredada y se caracteriza por la aparición de ampollas y úlceras en la piel de modo continuo y extensivo convirtiéndola en sensible y frágil. Para conseguir fondos para su tratamiento, su madre Brittany Weingart inició una campaña en las redes sociales.
sábado, 17 de mayo de 2014 00:34
sábado, 17 de mayo de 2014 00:34

Tiene apenas seis meses de edad y una enfermedad que le complica su buena calidad de vida. Para tratarse necesita que su obra social pública le cubra un costoso tratamiento. Sin embargo no cuenta con esta asistencia y es por eso que su madre decidió pedir ayuda "a los cuatro vientos" a través de las redes sociales. Y así consiguió que la causa se popularice rápidamente.

Se trata de la historia  del pequeño Lane Salter, un bebé que padece epidermólisis bullosa, conocida como ‘Piel de mariposa’. La enfermedad es genéticamente heredada y se caracteriza por la aparición de ampollas y úlceras en la piel de modo continuo y extensivo convirtiéndola en sensible y frágil. Por eso su mamá Brittany Weingart, una joven de 24 años que vive en Indiana, salió a pedir ayuda.

Según publica Yahoo Noticias,  la enfermedad es incurable, pero sus efectos pueden tratarse y mitigarse con cuidados continuos, medicamentos y vendajes especiales. El problema es que para diagnosticar con toda seguridad que el bebé Lane padece el mal de ‘Piel de mariposa’ se necesitan análisis genéticos específicos que Medicaid, el seguro médico público para personas de bajos ingresos, no ha querido pagar. Weingart entonces recurrió a las redes sociales y ha comenzado una campaña de recaudación de fondos en el portal GiveForward para cubrir los costos de los análisis. Además, en una página de Facebook ha compartido la historia de Lane para suscitar apoyo y solidaridad hacia el bebé y su familia pero también para concientizar sobre la enfermedad.

Este mal se reveló en el pequeño Lane cuando nació y, de acuerdo al relato de la televisora ABC, fue a través de pequeñas ampollas que nunca dejaron de aparecer. Estas no solo son molestas para el bebé sino también dolorosas e implican un riesgo de otros problemas como infecciones. 

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