sábado, 27 de julio de 2013
11:42
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La intensa jornada comenzó con el desplazamiento por las calles de Río hasta la Catedral Metropolitana de la ciudad. Cientos y cientos de personas acompañaron y saludaron al Papa en el camino.
La celebración eucarística con obispos de todo el mundo que participan de la Jornada Mundial de Juventud (JMJ), junto a sacerdotes, religiosos y seminaristas, comenzó a las 9.
El Papa pidió a "ir contra la cultura de la exclusión y del descarte".
"Un obispo, un sacerdote, un seminarista no puede ser un desmemoriado", dijo. Pidió ser memoriosos del primer llamado de Dios y recordó palabras de la Madre Teresa de Calcuta. "Hay que servir a Cristo con alegría", sostuvo, según publica el diario La Nación.
En línea con lo que predicó esta semana, Francisco pidió ayudar a los jóvenes "a redescubrir el valor y la alegría de la fe".
"¡Sean callejeros de la fe! ¡Sepamos perder tiempo con los jóvenes!", agregó.
El pontífice recordó que el compromiso con los jóvenes "es ayudarlos a ser misioneros de Jesús".