Con un gran parecido

Después de que aparecieron los padres del "ángel rubio", encontraron a sus hermanos en otro campamento gitano

Maria fue rescatada el lunes de un campamento gitano en Grecia y luego se conoció que sus padres búlgaros la regalaron a ese grupo. Después de investigaciones se descubrió que hay más hermanos distribuidos entre gitanos.
viernes, 25 de octubre de 2013 13:24
viernes, 25 de octubre de 2013 13:24
Tras conocerse que habrían aparecido los padres de la pequeña María, la nena rubia y de ojos casi transparentes rescatada de un campamento gitano en Grecia, comenzaron a conocerse más detalles de la supuesta familia de la menor. Para empezar, sus orígenes también serían de la etnia rom, y sus supuestos padres y hermanos viven un campamento gitano en Bulgaria. 

Algunos de los diez hijos de la pareja interrogada y que dice ser los padres de María se parecen mucho a ella. Atanas, de tres años, cabello rubio, juega entre el polvo del gueto gitano de Nikolaevo, en Bulgaria. Descalza, Penka, de dos años, ojos azules y mejillas rosadas, es igual de rubia que su hermano y muy parecida a María.

 Estos dos niños gitanos, su hermano y dos hermanas adolescentes, así como una tía, llaman la atención entre los 700 habitantes del mísero gueto de Nikolaevo (centro de Bulgaria).

Los padres de estos niños, Atanas y Sacha Rusev, fueron interrogados el jueves por la policía de Bulgaria ante la sospecha de que podrían ser  los padres de María. La fiscalía búlgara abrió el jueves una investigación por abandono de un menor.
"Atanas y Sacha son morenos, pero tenemos dos tíos rubios y algunos de los niños son como ellos", explicó Filip Rusev, hermano de Atanas Rusev.

Otro hermano de Atanas Rusev, Anguel, confirmó a la cadena Nova que Sacha había "abandonado a un niño en Grecia porque no tenía dinero ni carné de identidad".      

Uno de los hijos, Isus, de 15 años y cabello muy rubio, dijo también a la prensa que su madre había abandonado a María porque no tenía dinero para volver desde Grecia, donde la familia Rusev trabajó un tiempo en la cosecha.
Los vecinos de la familia cuentan cómo Sacha Rusev se echó a llorar al ver por televisión a María tras ser hallada el 16 de octubre en un campamento de gitanos en Farsala, en Grecia.

 "Mi madre dijo, esa niña es mi hija", cuenta Fanka Rusev, de 12 años, que se ocupa de sus pequeños hermanos cuando sus padres están ausentes.

Según la policía, Sacha Rusev reconoció a la pareja de gitanos a la que dejó a su bebé en Grecia. Los investigadores procederán a hacer análisis de ADN para determinar si María  es hija de Sacha, tal y como esta última sospecha.
Tras su interrogatorio, Sacha Rusev, una mujer delgada de piel morena, declara visiblemente cansada que aunque no está segura, María "podría ser su hija", pero niega haberla vendido. "Si la hubiésemos vendido, ¿cree usted que viviríamos en estas condiciones?", pregunta.

Atanas y Sacha Rusev, de 35 y 38 años, viven junto a cinco de sus nueve hijos en una habitación con una sola cama. Los padres, sin empleo fijo, viven de las ayudas sociales y de empleos esporádicos.

Fuente: Clarin-AFP
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