La situación presupuestaria de la Universidad Nacional de San Juan, cuyos recursos permitirían el funcionamiento habitual y normal hasta mayo, su comunidad se congregó en una manifestación y abrazo simbólico en los edificios de la Facultad de Ingeniería, en Capital.
Con folletos que hacían hincapié en la gravedad de la situación, alumnos, docentes, investigadores y autoridades, entre ellas la vicerrectora Analía Ponce, se expresaron en un acto público. Se argumentó que la UNSJ verá resentidos servicios básicos por las subas de tarifas, carreras nuevas estarán perjudicadas e incluso, podrían optar por clases virtuales en reemplazo de las presenciales.
Desde SIDUNSJ, Esteban Vergalito señaló en rueda de prensa que "hay una participación histórica de los actores de la universidad que salimos, juntos y juntas a defenderla porque es de todos. En lo salarial, más que una meseta hay un precipicio o un tobogán de descenso vertiginoso. El Gobierno Nacional está llamando a reuniones pero no les quiere dar el carácter de paritarias. Se ha corrido de la discusión salarial y pretende reenviar la discusión de salarios docentes y no docentes a los ámbitos de las universidades y del Consejo Interuniversitario Nacional. Esto significa que el Ministerio de Educación se corre de la negociación salarial". También se refirió a que la eliminación del FONID y Conectividad perjudica a los docentes de las escuelas preuniversitarias.
Sobre la situación de la UNSJ señaló que "tenemos un presupuesto complicado para el 2024. Imagínense con una inflación del 350 a 360% anual, que una institución funcione con los números de enero o de diciembre del 2023. Entonces, esto es lo que lleva a que las universidades se sinceren con que, a partir de mayo o junio, a lo sumo, no tenga manera de funcionar porque lo que se achica es el envío de fondos de Buenos Aires. Ese funcionamiento es el básico en lo que tiene que ver con una universidad".
Vergalito refirió a que esta situación afecta a todas las universidades nacionales y que en la de Quilmes ya se recortó la actividad presencial. "Son estrategias que se empiezan a dar las universidades para no cerrar completamente. Pero el achique presupuestario y el ajuste es tan grande que lo que se ve seriamente comprometido es la actividad presencial, que todos sabemos que es la fundamental en la relación de enseñanza y de aprendizaje. La virtualidad puede acompañar procesos, incluso democratización del conocimiento por área geográfica o lo que sea. Pero restringir la actividad presencial es un drama para docentes y estudiantes".
"Es una situación que se ha abierto con la devaluación, primera medida del Gobierno de Milei. Esto generó un 50% de pérdida de poder de compra y adquisitivo de todos: familias, trabajadores, instituciones, empresas. Y además de eso, la todavía vigencia del DNU, que es la que permite que el Gobierno avance con estas políticas. Por eso es necesario que así como fracasó en el Congreso la ley ómnibus, que se dé baja el DNU", apuntó el gremialista universitario.
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