Llega Semana Santa y la golosina preferida por excelencia es el huevo de Pascua. En los comercios, asomaron tímidamente y no con el despliegue de años anteriores y la protagonista no fue la variedad sino el precio que duplica y triplica a los del año pasado. Los productos más caros son los de las marcas comerciales más conocidas.
En un relevamiento de Diario La Provincia SJ por supermercados y almacenes barriales, se constató que no hay gran diversidad de marcas ya que, por los precios, "se midió" la demanda. Sobre los precios, los huevos de 22 a 50 grs. de marcas poco conocidas pueden costar entre $600 a $700, la unidad mientras que del mismo peso pero de marcas más conocidas, rondan los $950 a $1200. Su relleno, generalmente, es con confites
Si se va a las conocidas presentaciones de 100 a 150 grs., que pueden traer algún accesorio o pequeño juguete, va de los $2000 a los $10.000. Dentro de este grupo, está uno de los más pedidos por los chicos, de la marca que inicia con la letra K, que de acuerdo a los vendedores, son la opción intermedia más buscada.
Lo que sigue, son palabras mayores. Siempre en la línea de los chocolates industrializados, las figuras de chocolate como conejos o casitas, rondan entre $2000 a $5000. Mientras que huevos de 225 grs. van entre $5800 (segundas marcas) a $12.000 (primeras marcas) y los de 225 grs. promedian entre $15.000 a $18.000. Las figuras tienen como rellenos entre juguetes y más chocolates y sus atractivas presentaciones son un imán para los chicos.
Pocas expectativas
Debido a los precios inflados, en los comercios barriales optaron por dejar poco stock de huevos de Pascua y además, en sus presentaciones más pequeñas.
Señalaron que, además, reciben propuestas de emprendedores y negocian vender sus productos ya que, para que sea rentable, el precio debe ser adecuado para ambas partes. No obstante, el emprendedor quiere que su inversión se venda.
En ello, coincidieron en que será una Pascua "poco chocolatosa" y que no notarán demasiada diferencia en su clientela si les ofrecen o no la golosina, debido a la compleja situación económica.