Un acto anónimo generó conmoción y pesar en la comunidad católica que honra a la Virgen de la Dulce Espera, entronizada en una conocida gruta en la Quebrada Nacif Weiss, en el departamento San Martín.
La imagen presentaba daños en varias partes: le quebraron una mano y le rompieron parte de un brazo y de un hombro. También rompieron parte de su cara. Las fotos fueron tomadas por una peregrina y compartidas en la página de Facebook de la comunidad, en la que se anuncian misas que allí se celebran. Se multiplicaron los comentarios pidiendo desagravio y repudiando la acción vandálica.
Los promesantes asisten los 15 de cada mes, día en que conmemora la advocación, para pedir y agradecer favores. Es conocida por proteger a las embarazadas y ser intercesoras ante quienes quieren ser papás, en la fe católica.
La gruta está en una zona en la que funcionaban hornos de cal y tiene una historia vinculada a la visión que una sanjuanina tuvo de la Virgen. La artesana Matilde Salinas realizó la imagen tal cual le detallaron y fue entronizada el 4 de julio de 2010, con la presencia de monseñor Alfonso Delgado.