Una mezcla de emociones se conjugan por estos días en Vanesa Oviedo, una joven madre que hace unos meses la vida la sacudió con una tragedia. La mujer fue con su marido, Ariel Peralta, a entregar una carta al presidente Alberto Fernández para pedir una casa y el auto en el que circulaban chocó en ruta 40 y calle 11. En aquella oportunidad él murió y ella quedó en estado grave.
Este jueves, Vanesa recibió la tan soñadas llaves de su casa propia. El sueño se cumplió pero a su lado no estuvo su marido pero sí sus hijos que se convirtieron en su sostén. En un acto encabezado por el gobernador Sergio Uñac y el intendente Fabián Gramajo, la madre y sus 3 hijos recibieron las llaves en el barrio San Cayetano, en Chimbas, lo que los llenó de emoción.
"Fue bastante emotivo, fuerte. Teníamos una sensación de satisfacción mis hijos y yo pero también mucha tristeza. Sentíamos que faltaba esa parte, el cariño de mi esposo", comenzó expresando Vanesa a Diario La Provincia SJ.
Con una congoja que se expresaba en las pausas de su voz, la esposa de Ariel recibió este jueves las llaves de la casa y, por iniciativa de sus cuñadas, luego elevaron globos blancos al cielo. "Me pareció genial la idea, más allá de que siempre lo tenemos presente, está bueno soltar los globos. Compartimos 22 años siempre luchando por nuestros hijos para darle lo mejor", destacó.
En mayo pasado, el presidente Alberto Fernández llegó a San Juan para recorrer la obra de construcción de viviendas en Pocito. Hasta allí llegó Vanesa y Ariel para entregarle una carta contando su dura historia y pidiendo que les de una casa. Pero al salir del acto, la ruta 40 les jugó una mala pasada y terminó todo en tragedia.
"El fin de ir a ver al presidente fue darles lo mejor a nuestros hijos", explicó Vanesa y agregó: "Él tenía muchas esperanzas. Por el golpe que recibí en la cabeza, muchas cosas las olvidé pero una de las cosas que sí recuerdo es lo que él me dijo antes del choque: 'yo soy muy poco de creer en esto y creo que vamos a tener la suerte de tener la casa'. Eso me quedó en la memoria y seguro que él puso y aportó para que esto se agilizara y pudiéramos tener la casa".
Donde vive actualmente la familia, es una casa que alquilan desde hace 6 años. Cuando murió Ariel "sus cosas quedaron intactas, como él lo dejó" y ahora llegará el proceso más duro que es de armar las cajas para cambiarse de casa. "Va a ser difícil irnos. Es trasladar todo para la casa nueva. Es una satisfacción muy grande pero se siente mucha tristeza", subrayó.
"Mis hijos tratan de demostrar que son fuertes, están fuertes y yo con ellos. Mutuamente tenemos esa fortaleza. Tenemos nuestros días de recaída y de mucha tristeza pero ahí estamos los 4 firmes para seguir adelante", expresó Vanesa confesando que aún siente "que su presencia está, no física pero se siente".
"Al gobernador lo ví hace una semana y lo sentí muy humano y predispuesto a escucharnos. Agradezco eso. Desde su lugar debe recibir un montón de pedidos y personas. Sentí que me escuchó, me entendió y le agradezco", finalizó.
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