El Parque Nacional El Leoncito se encuentra a 7 kilómetros de la conocida pampa del mismo nombre. La misión principal de esta reserva es el cuidado del cielo, para que se pueda seguir haciendo las observaciones astronómicas. Para que haya un cielo limpio, es vital la protección del suelo. Es un ambiente frágil en el que habitan especies únicas y la vegetación resulta esencial para evitar la erosión.
Pese a que en el lugar hay señalética que explica a los visitantes qué se puede hacer y qué no para evitar modificar el lugar, en los últimos días han encontrado a personas realizando enduro en la zona. "El ingreso de la gente se hace por el acceso oeste del Parque, pero en donde tenemos mayor presencia de la gente que hace enduro es por la zona de El Tontal, al que llamamos Portezuelo de la Virgencita o se nos meten bordeando el salto Pirca que está al norte. Hace unos días entraron por el límite sur, en la pampa del jarillal. Tenemos cartelería de advertencia, en donde dice que solo permitimos el ingreso de gente caminando o en bicicleta con autorización previa (solamente por Portezuelo de la Virgencita), con ciertas condiciones de datos como cantidad de personas y un teléfono de contacto", explicó a Diario La Provincia SJ, la jefa de Guardaparques Mónica Sosa.
El daño que hacen en minutos, puede permanecer durante años en el lugar. "Este parque se crea por los complejos astronómicos que necesitan proteger el cielo. Para poder garantizarlo necesitamos que no haya pérdida del suelo, que es bastante frágil. Es una zona muy árida, llueve poco y la vegetación es muy rala. Hay mucho suelo desnudo y las motos dejan huellas importantes, con erosión y pérdida de la vegetación. Las huellas quedan por años hasta que la misma naturaleza los borra".
Además de modificar el suelo, también impactan en los animales a quienes los perturban con su presencia y sobre todo, con el ruido. "Acá hay guanacadas bastante importantes y no está bueno que entren motos que las ahuyentan. Por ahí están en periodo de reproducción, o están con las crías y esto les altera el ambiente. Nosotros cuando transitamos lo hacemos con precaución y despacito para no asustarlos", explicó la mujer quien lleva siete años en el Parque.
El último hecho
Hace una semana, cuatro mendocinos hicieron caso omiso de la señalética y se metieron al Parque para realizar enduro. "Ingresaron por la zona de la pampa del jarillal, lo que los condujo a un camino troncal que tenemos que es la única huella vehicular que tiene el Parque. Para colmo se desviaron del camino. Estaba en casa porque ya había terminado mi guardia cuando escucho la explosión de las motos que son diferentes a las motos de calle. Di aviso a mis compañeros, uno de ellos les dio la voz de alto pero ellos siguieron. Otro compañero agarró la camioneta y los empezó a seguir en dirección hacia el oeste y salieron del parque por campo traviesa. Cuando pasan los límites nosotros no podemos hacer nada, pero avisamos a la Policía y a Gendarmería".
Encontraron a solo dos a quienes se les labró un acta de infracción. "Finalmente encontraron a dos de ellos que se habían quedado sin combustible en una ruta vieja a 8 kilómetros de Barreal. Los cuatro firmaron las actas de infracción, se elevó el informe. Ahora se les está haciendo averiguación de antecedentes para ver si son infractores dentro de otra área protegida. Cuando llega el informe, el intendente tiene que analizar los reglamentos y establecer qué multa le corresponde a cada uno de ellos", sentenció Sosa.
