Después del terremoto que dejó en vilo a San Juan el pasado lunes 18 de enero, y que provocó que varias personas resultaran heridas, como así también derrumbes de viviendas, daños estructurales en construcciones edilicias de diferentes tipos y agrietamientos en Ruta Nacional N° 40; el Instituto Nacional de Prevención Sísmica -INPRES-, y el CONICET ya comenzaron con los primeros estudios en la zona epicentral.
En lo referente a las réplicas, hasta este miércoles se registraron más de 120 pertenecientes al terremoto, algunas de ellas percibidas claramente por los sanjuaninos, y cada una también es analizada por los investigadores. La cantidad es la esperada después de un sismo con las características del ocurrido y las mismas se extenderían por varias semanas y hasta meses.
"Eso es lo normal y lo esperable, van a haber más, durante todos estos días van a seguir produciéndose todos esos pequeños movimientos. Incluso, durante varias semanas y meses donde pueden ser muy pequeños y espaciados en el tiempo", aseguró la directora de INPRES, Patricia Alvarado a Diario La Provincia SJ.
"Lo que vemos en la zona epicentral es que hay evidencia en la superficie, en los agrietamientos que se presentan en los corredores viales y los desmoronamientos en el terreno. Eso nos habla de la superficialidad que ha tenido el sismo, es decir que evidentemente son fallas geológicas oblicuas que estarían cortando al frente de la Precordillera", señaló Avarado.
La directora de INPRES, detalló además, que los análisis que realizaron en terreno los diferentes equipos, lograron vislumbrar las medidas en la apertura de la tierra que dejó el fuerte sismo de 6.4 grados en la Escala de Ritcher. Así también, analizaron las características de las fallas de la zona y las diferentes magnitudes en un amplio radio de percepción que se extendió a varias provincias y a Chile.
El antecedente que tiene San Juan sobre un sismo en la zona es el terremoto ocurrido en 1952, fenómeno que se cobró la vida de dos sanjuaninos, y que se produjo en la conocida "Falla de La Rinconada", en Pocito. Sobre eso, Alvarado indicó que este terremoto del pasado lunes no había sido en la misma falla sino en una aledaña. "No es la misma falla, en general para que una falla vuelva a tener movimiento se esperan varios miles de años. Pero sí pudo ser en alguna adyacente y que pueda tener algún movimiento que acompañe en la tendencia a los esfuerzos regionales", explicó.
"De la apertura de la tierra se habla de 20 a 30 centímetros de apertura horizontal de las grietas y algunos metros de profundidad. Esto es típico cuando pasa cerca de la zona epicentral, ya que los agrietamientos no son ocasionales sino que están en un sector de Ruta Nacional N°40 muy cerca del epicentro. Después hay lugares puntuales en la parte de la Precordillera que se va extendiendo hacia el norte y que seguimos de acuerdo al monitoreo de las réplicas y a esas evidencias que pudieran haber. El efecto más obvio está hacia el sur", finalizó la investigadora.
"Con respecto a las intensidades, reevaluando y recalculando, tenemos intensidades de 7 grados en la zona epicentral, de 6 en la zona de San Juan, 5 en Mendoza, Córdoba tiene de 3 a 4 grados. Hemos estado siguiendo los puntos más alejados para evaluar el área de percepción que es grande", detalló. En este marco, se sabe que en Chile también fue percibido aunque aún no se le asigna un valor de intensidad.
