Todo comenzó el año pasado cuando a Juan Francisco se le cayó un diente y descubrieron que el Ratón Pérez le había dejado la plata en una desembocadura de su propia vereda. Así se dieron cuenta de que "el conocido personaje estaba viviendo más cerca de lo que creían".
"En agradecimiento por todas las monedas y todo lo que nos había dejado, le quisimos acomodar y poner bonita la casita. Así que mi hija le ayudó a los chicos y le armaron todo. Después comenzaron a visitarlo varios niños, sobre todo los fines de semana", contó a Diario La Provincia SJ, la abuela de Juanfran, Laura Gimenez.
La casa tiene césped, una pequeña cerca, faroles, un cartel que dice que están prohibidos los gatos y por supuesto, un buzón donde los chicos pueden dejar los dientes. "Sabíamos que en Barcelona y en Valencia también habían encontrado sus casas así que pensamos que seguro tenía otra en San Juan", agregó.
La idea es que al chico al que se le cae un diente, lo pueda llevar y dejárselo en el buzón. Por la mañana siguiente, cuando se despierte, podrá ver que el propio Ratón Pérez le llevó su dinero a domicilio. "El Ratón es muy inteligente y sabe a qué niño pertenece el diente, aunque igualmente ha recibido algunas cartitas", agregó la abuela.
Quien necesite contactarlo, lo puede visitar en calle Perito Moreno entre Av. Libertador y San José, en la vereda este, a pocos metros de lo que fuese La Llorona.