Mendoza

Habló el sanjuanino que generó revuelo nacional: "no estoy defendiendo al Ejército"

Carlos Alberto Noriega es sanjuanino y tiene 66 años, aunque está radicado en Mendoza desde 1987.
miércoles, 16 de septiembre de 2020 19:53
miércoles, 16 de septiembre de 2020 19:53

Carlos Alberto Noriega es sanjuanino y tiene 66 años, aunque está radicado en Mendoza desde 1987. Se dedica al comercio con una panadería en el barrio Brasil, Godoy Cruz, y su rostro apareció el domingo en todos los medios del país por una remera con un mensaje que generó repudio: “24/03/76 DÍA DE GLORIA”.

La afirmación viene de la mano de su paso por el Ejército, que lo llevó a la selva tucumana durante 140 días en 1975, formando parte del Operativo Independencia contra la guerrilla del ERP, meses antes del golpe militar que desencadenó el sanguinario Proceso de Reorganización Nacional.

Pese al rechazo que su elogio a la salvaje dictadura despertó en gran parte de la sociedad, Noriega reivindica el accionar militar de esos días, del que él no participó porque fue dado de baja en el ’76, justo cuando comenzó la represión que ocasionaría miles de muertos y desaparecidos en el país.

“La remera tiene mi propio sentimiento, la hice bordar yo, ya tiene su antigüedad. Después de uno o dos lavados desaparece, se afloja”, le dice Noriega a Los Andes. Con ella fue a la marcha del lunes en rechazo al gobierno nacional en Peatonal y San Martín, y ante las cámaras de TN dijo que está “en contra de todo el sistema, no me banco más al peronismo. En mis 66 años, los últimos 40 que reconozco desde esta fecha adelante -señalando la remera- son una mugre”.

El ex militar soldado sostiene que no hizo apología del delito, aunque organismos de Derechos Humanos en Mendoza ya están preparando una demanda en este sentido en la Justicia provincial.

“Esa época la viví desde adentro, para bien o para mal. Sólo expreso lo que es mi sentimiento y mi verdad. Algún abogado, antes, me quiso acusar e iniciar un trámite por apología del delitoque después quedó en la nada”, asegura.

Noriega se alistó en el Ejército en 1975, luego de salir sorteado para la conscripción, y llegó a la Compañía Comando, “un grupo de elite. Fui apuntador de morteros, he tirado con todas las armas. Estuve 140 días en la zona de combate en Tucumán, en la selva, sobre la ruta 38”, recuerda hoy. Fue dado de baja en el ’76 porque “se cumplió el ciclo”.

Pese a su aversión al peronismo, casualmente su actuación en la represión a la guerrilla setentista se dio durante un gobierno peronista, el de Isabel Perón, antes del Golpe y en plena democracia. Tal vez por eso en las organizaciones de DDHH no tienen datos de este hombre que, 44 años después, reivindica el accionar de las cúpulas militares que fueron condenada por delitos de lesa humanidad en 1985.

Con respecto a esos tiempos, Noriega asegura que vio “cómo se manejaba la guerrilla”. “Hablo de zurdos, hablo de peronistas, de ERP, de las FARC, de Montoneros, fue una guerra que nadie la quería reconocer desde el lado izquierdo de la vida”, dice hoy.

“Las Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, toda la cantidad de políticos habidos y por haber, siempre afines al sistema, siempre niegan la guerra. No nos tirábamos besos, nos tirábamos balas. La cantidad de muertos de cada lado son terribles. Desde adentro pude observar quién es quién”, destaca defendiendo la teoría de los dos demonios que en los ’80 tuvo auge y después fue profundamente repudiada por los organismos de DDHH.

Según pudo comprobar Los Andes, Noriega no tiene causas judiciales por su accionar represivo. Sí fue citado una vez por el juez federal de Mendoza Walter Bento como testigo en los juicios realizados en la provincia.

“Los que hoy tenemos en el gobierno son héroes para una gran parte del país, quizás un 50%. Pero no son más que hache de pe (HDP), bastardos, asesinos, cagones, cobardes. Nosotros fuimos a defender la Patria y ellos querían usurpar la Patria”, sentencia en relación al kirchnerismo gobernante.

“No fue genocidio”
A Noriega no le preocupa que muchísima gente repudie la frase de su remera y su pensamiento: “Yo tengo currículum, no prontuario”, advierte. Y pese a las pruebas y testimonios presentados en el juicio a las juntas militares en los ’80, niega que entre 1976 y 1983 haya habido un genocidio.

“Hay una chica que me cuestionó, por teléfono, pero no fue agresiva conmigo. Esos 30 o 40 años de diferencia, con ustedes, al haber estado adentro te da otra experiencia. Esa es la historia que hay que contar, que el Ejército cometió abusos, seguro que sí, no estoy defendiendo al Ejército, no estoy diciendo que eran santos ni que yo fui santo y nada. Ahora, háganse cargo de la parte que les toca”, enfatiza.

Considera que hay que googlear “cómo fue el tema de lesa humanidad, por qué se le dice genocidio. No fue lesa humanidad, no fue genocidio y no se hacen cargo de la cantidad de muertos civiles, porque ellos ponían la bomba y disparaban”.

Lejos de arrepentirse, dice que “la guerra se ganó desde lo militar pero se perdió desde lo ideológico, gran error de los militares”. E insiste en que el 24 de marzo de 1976 fue “un día de gloria” y que “la educación argentina no ha contado la verdad, porque ellos impusieron su verdad”.

Fuente: Los Andes

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