Dolor

A un año del femicidio, el perfil desconocido de Brenda Requena: "ella no me traía problemas a casa"

Este 11 de julio se cumple un año de la desaparición de Brenda Requena, la joven que días después fue encontrada en un campo de Albardón, asesinada. Su marido es el único detenido y su madre continúa la lucha por sus nietos.
viernes, 10 de julio de 2020 17:30
viernes, 10 de julio de 2020 17:30

Hace un año, precisamente el 11 de julio de 2019, San Juan se hizo eco de la desaparición de una joven de 24 años, Brenda Requena, quien según las primeras versiones, había "escapado" en medio de una discusión entre su marido y su presunto amante. Inmediatamente y tras dar aviso a la policía, la búsqueda se extendió por los campos de Albardón, donde la pareja vivía con sus dos hijos. 

Finalmente, el 16 de julio el cuerpo de la chica fue hallado semienterrado, y tras exhaustivas investigaciones Diego Álvarez, su marido, quedó detenido. Hoy su mamá, recuerda a su hija a un año del hecho en medio del dolor por su muerte y la fuerza para conseguir la justicia que según ella, jamás logrará tapa el dolor.  

El pasado 10 de julio fue la última vez que la vi, ellos vinieron a almorzar a mi casa. En la siesta yo salí al fondo y Diego se fue conmigo, Brenda se quedó adentro con los niños. Allá recuerdo que estaba muy callado y le pregunté que qué le pasaba, le di ese pie y me dijo que quería hablar conmigo ‘Brenda se las anda mandando’. Ella apareció de atrás y le dijo que a mí no me dijera cosas, mi hija no me traía problemas a casa”, relató Laura Requena, mamá de la joven a Diario La Provincia SJ. 

Y sobre el último momento que vivió con su hija, recordó que “Antes de irse se fue al fondo y me abrazó por los hombros, éramos muy cariñosas, pero el último abrazo me lo dio antes de irse, en la puerta de casa”. 

El cuerpo de la chica se halló gracias a la declaración de dos adolescentes, por ese entonces de 14 y 17 años, quienes dieron aviso sobre el hallazgo y que ahora serán escuchados al momento del juicio, aún sin elevación desde el Juzgado. 

El día que Brenda desapareció él (Diego) me llamó varias veces en la mañana y en cada comunicación me daba una versión distinta, me dijo que la había encontrado teniendo relaciones con otra persona, después que le había sacado $30.000 y se había ido y luego, que salió corriendo para el campo. A mí me parecía raro pero nunca sospeché de él. Ahora ato cabos y pienso que él era muy controlador con ella, mi hija salía a la plaza con los nenes y él iba detrás en la moto. Nos clavó un puñal por la espalda a todos, nos quitó la vida de Brenda”, agregó Laura. 

En aquellos encuentros con su hija, la mujer admitió que Brenda nunca le confesó que tenía problemas con su marido, ni mucho menos que sufría violencia de género, algo que en la actualidad no descarta. 

Recuerdo que nunca me dijo que tenía problemas con Diego, pero un día vino y le vi marcas, moretones en la piel en la parte del cuello. Le pregunté qué le había pasado y me dio: ‘mami, estuvimos jugando’. Yo le respondí que esos juegos no me gustan y se empezó a “peinar” los moretones para disiparlos. A ella le gustaba venir mucho para acá, no allá en Albardón que lo único que veía era todo campo, a donde la deja, la dejaba el colectivo tenía que caminar 6 kilómetros hasta su casa, muchas veces la corrí en el buen sentido, para que no se fuera tarde”. 

En su casa quedó eso, el recuerdo latente de una hija cariñosa, de una madre excepcional y de una esposa que "aguantó mucho por su familia", es por eso que Laura aún atesora los regalos que la joven le hacía. "Un día vino a casa y me dijo que quería hacer manualidades, y que quería ir al gimnasio. Todas estas piedras que guardo me las regaló ella, allá en su casa las buscaba en medio del campo o en un río, las preparaba y las pintaba. No me decía que me las iba a regalar, llegaba y las dejaba ahí, arriba del mueble, hasta donde permanecen ahora". 

Recuerdos de la búsqueda

Por aquel entonces, la familia de la chica también se embarcó en su búsqueda y admiten que varias veces pasaron cerca de donde después la encontraron. Hecho que no deja de llamar la atención. 

“Él (Diego) colaboró con la búsqueda con la policía, nosotros estuvimos en el operativo y recorrimos todo el campo. Nosotros pasamos a 50 metros de donde después encontramos el cuerpo pero nunca vimos nada, eso nos sorprende, igual que la policía que con perros y drones nunca vieron nada. Él desviaba la búsqueda y nunca sospeché de él”, explicó. 

“Lo llevaron preso porque le pegó un piedrazo en la mano a José Guajardo (el presunto amante). Antes de que las fuerzas se lo llevaran le pidieron ropa de Brenda para la búsqueda y hubo algo que nos llamó la atención, la familia de él entregó un pantalón jean de mi hija. Cuando entramos a la casa había un canasto lleno de ropa sucia perola de Brenda estaba limpia, la habían lavado”, contó conmovida. 

Causa de familia por sus nietos

Más allá del pedido de justicia por su hija, Laura y su familia no dejan de luchar también por sus nietos, hijos de Brenda, dos niños que quedaron bajo la guarda de sus abuelos paternos y que desde hace poco más de un mes llegaron a la casa de la abuela que tanto los buscó. 

“Yo tenía régimen de visitas con ellos pero ahora tengo la custodia. Ellos me piden ir a ver a la mamá en el cementerio, en este primer aniversario vamos a ir. Tratamos de seguir la vida sin ella, cuando obtuve la tenencia de mis nietos los psicólogos me dijeron que iba a ser yo a la que iban a preguntar con Brenda y así fue. Un día mi nieta de 7 años me llamó cuando se levantó y me preguntó si yo soñaba con mi hija, le dije que sí y ella me respondió “yo también, sueño que viene y me abraza fuerte””, relata mirando sus fotos. 

Ahora orgullosa de tenerlos en casa, se embarca en una nueva causa judicial, una de familia, para lograr la tenencia definitiva de los niños y trabajar en un régimen de visitas con su familia paterna, sistema por el que se manejan actualmente. 

Él más chiquito, mi nieto de 6 años me parte el corazón porque a veces se pone a llorar por caprichos pero cuando se va a su pieza llora y la llama a Brenda. Un día la nena me preguntó “¿Quién mató a mi mamá?”, respuesta que le di con ayuda de la psicóloga, pero luego vino una pregunta más fuerte: “¿Abuela, mi papá mató a mi mamá?””, contó en profundo llanto. 

Y agregó que “Sin embargo han presentado un cambio muy grande, antes venían y yo los correteaba para darles un beso. Ahora se me pegan y se turnan una noche cada uno para dormir conmigo. Estamos juntos, muy unidos, soy yo para todo lo que ellos necesitan”. 

Así, en el calor de un hogar que quedó gris por la falta de una hija, Laura revive anécdotas de Brenda, esa jovencita que supo ser mamá de los pequeños que llevaron color nuevamente a la familia, y por quienes ahora grita más fuerte su pedido de justicia. 

“Todas las mamás que perdimos a nuestras hijas tenemos este dolor, la unión hace la fuerza. Con la mamá de Leila (Rodríguez) y de Celeste (Luna) nos acompañamos pero por más justicia que haya nosotras nos quedamos. Los padres no estamos preparados para perder a nuestros hijos, la otra parte (familia de Diego Álvarez) lo siguen viendo, saben dónde está y lo pueden ir a visitar. Yo también sé dónde está mi hija pero no la puedo ver másEsto es una lucha en la que estoy muy contenida por todos. Salgo a la calle y no me siento sola, están a mi favor, a favor de Brenda”, finalizó. 

Hace pocos días la abogada María Filomena Noriega se convirtió en querellante de la familia Requena y ya dio los primeros pasos en la defensa de la causa. "Ya solicité el expediente para interiorizarme del caso y ver qué pruebas faltan. Vamos a pedir prisión perpetua para Álvarez pero aún queda ver si en la etapa de instrucción podemos agregar pruebas que sean claves y que falten. En la causa de familia haremos lo mismo y pediremos la tenencia definitiva de los hijos de Brenda para Laura, ellos están con régimen de visitas de la otra parte y están bien, queremos que eso quede de forma permanente", sentenció a este medio la letrada. 

 

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