Multifacética. Así es Celeste Sánchez, la embajadora de Sarmiento y aspirante a consagrarse como la representante de todos los sanjuaninos. Tiene 28 años, es publicista universitaria y estudia psicología. Joven y muy activa, por las tardes trabaja en un delivery de Sushi como cajera y recepcionista. Y aunque es una mujer trabajadora, disfruta de distenderse y relajarse en sus tiempos libres.
“Me gustan hacer muchas cosas, disfruto mucho de la soledad y también de la compañía. Me gusta mucho ir al cine, leer, cantar, tocar la guitarra y salir con amigos”, contó Celeste a Diario La Provincia SJ.
La joven se identifica con la perseverancia, el sacrificio y la voluntad. En su vida ha tenido que transitar momentos difíciles pero eso la ayudó a superarse y crecer en muchos aspectos. “Me ha costado tanto todo lo que tengo y todo lo que soy, que siempre valoro lo que tengo más que lo que me falta. Éste ha sido un año de altibajos, de cosas fuertes que me han pasado y ser embajadora vino a equilibrar eso que me estaba pasando”, agregó.
Uno de esos momentos difíciles fue el fallecimiento de su abuela con quien ha tenido un vínculo muy especial. Para ella, “era una figura gigante" que le "enseñó mucho, antes y después de morir". "Me enseñó sobre la vida, sobre el sentido que le damos y quienes somos. La canción que canté en la presentación era para ella, no lo dije en público porque es muy fuerte y me afecta mucho, a pesar que hace un tiempo que ha pasado. Estuve con ella desde muy pequeña, he crecido con ella, ha sido mi figura de apego y me ha enseñado muchas cosas”, se emocionó Celeste.
La sarmientina destacó que ella “casi siempre" fue muy independiente y para ello comenzó a trabajar desde muy temprano para poder manejarse con su propia plata. Para estudiar psicología tuvo que esperar dos años y llegó a tener "hasta cuatro trabajos simultáneos". Luego ha tenido trabajos que le han permitido continuar con sus estudios.
Llegar hasta acá fue difícil y presentarse para aspirar a ser embajadora se lo debe al apoyo de su familia y seres queridos. “Nunca antes había pensado en postularme en lo que era denominado como reina. Siempre he ido a la Fiesta del Sol, al Carrusel, pero nunca pensé que yo podía estar en un lugar así, representando como embajadora. No me considero una persona súper bella, esbelta, fina o femenina. Creo que los años anteriores, con respecto a lo de reinas, había más uniformidad por no generar desigualdad, pero al final se terminaba mostrando un estereotipo de mujer, dejando de mostrar mujeres diversas. Ahora hay mujeres con roles, con edades, actividades y pensamientos diferentes”, puntualizó destacando que “es una responsabilidad muy grande, y tiene que haber mucha reflexión”.
“Quisiera que nos conocieran como mujeres únicas, con diversidad de historias, que ocurren en una sola provincia, con perfiles diferentes, pero siempre aportando a la sociedad algo para crecer”, finalizó la joven que le gustaría “fomentar los emprendimientos y proyectos personales” si llegara a ganar.
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