La tendencia por cremaciones en San Juan crece a pasos agigantados, y lejos de vivirlo como un momento de despedida, los sanjuaninos apuestan a un cambio de concepto. A través de una urna ecológica, las cenizas del ser querido fallecido pueden "plantarse" y en su lugar tener un frondoso árbol.
"Hace aproximadamente un año comenzamos a sumar a los sanjuaninos la opción de enterrar a los seres queridos en una urna ecológica. La misma está hecha de material reciclado que se degrada en la tierra, cuenta con un compartimiento superior en el que se coloca tierra y semillas del árbol Kiri, que luego florece en el lugar donde los familiares o amigos deciden enterrar al ser querido. Las cenizas quedan en la tierra, debajo del árbol que se plantó", explicó Margarita Anecchini, directora de Cochería Lanusse - Anecchini, a Diario La Provincia SJ.
La incorporación del servicio nació gracias a encuestas realizadas por la funeraria a sus afiliados que manifestaron contar con menos tiempo para mantener los nichos de sus familiares. Así, Lanusse - Anecchini decidió comenzar a realizar las cremaciones en Mendoza y desde la vecina provincia trasladar las cenizas de la persona para entregárselas a sus familiares en San Juan.
"Ellos nunca nos contaron qué sienten en ese momento pero creemos que es muy especial. Colocan las urnas con las semillas del árbol en lugares especiales donde compartieron momentos con esa persona. Hacen una ceremonia íntima y especial. Para nosotros también lo es ya que hace 10 años creíamos que sería imposible implementarlo en la provincia, pero la cremación fue tomando cada vez mayor auge. Hoy de 10 servicios que realizamos, 5 o 6 son cremaciones, más de la mitad", detalló Margarita.
La urna se divide en dos partes, una inferior en la cual se colocan las cenizas de la persona, y otra superior donde se coloca la tierra y las semillas que la propia urna trae. Con el cuidado normal de cualquier planta, el árbol toma vida y se convierte en símbolo de protección de esa persona a sus familiares y amigos.
"Incorporamos este nuevo concepto a nuestro compromiso con el medio ambiente, la urna no genera desechos contaminantes para la tierra y da un árbol que purifica el aire, como todos los demás. El Kiri se conoce como el árbol del futuro. Si el deseo de la persona es colocar otras semillas lo pueden hacer tranquilamente. Lo importante en esto es que un ser vivo nace de esa persona fallecida, y eso es muy especial para sus familiares y amigos", finalizó Margarita Anecchini.
El Kiri
Además de ser considerado el "árbol del futuro", el Kiri es muy especial en Argentina ya que según estudios realizados, puede ayudar a frenar el cambio climático, una de las principales luchas llevadas a cabo por quienes trabajan por el medio ambiente.
En San Luis ya se desarrolla una prueba piloto del proyecto medioambiental con las primeras plantaciones de estos árboles. Esta variedad crece con grandes hojas y llamativas flores de color violeta, que en tan solo 5 años pueden crecer hasta 12 metros y llegar a los 27 en su máximo desarrollo.
En los terrenos poco fértiles, sus hojas, ricas en nitrógeno, aportan nutrientes a la tierra y sus raíces previenen la erosión.
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