Historia

Jakobé, la pequeña sanjuanina que padece paraplejia y enfrenta la vida con esperanza

El pasado jueves, en un evento solidario llevado a cabo en el Auditorio Juan Victoria la pequeña gran luchadora recibió una silla de ruedas que le permite movilizarse más cómodamente y así poder integrarse a la vida social con mayor facilidad.
sábado, 22 de septiembre de 2018 12:25
sábado, 22 de septiembre de 2018 12:25

"Jakobé" significa persona encantadora y luchadora, de sentimientos puros que no se deja vencer. Así es la pequeña sanjuanina que lleva ese nombre. Jakobé Quiroga tiene 4 años y padece de paraplejia espástica, además de parálisis cerebral. Desde los 3 meses vive "con su mochila" enfrentando la vida.

"Jako es una niña hermosa, muy alegre y simpática, desde sus 3 meses que padece de paraplejia espástica y en varias ocasiones fue sometida a cirugías de colocación de bótox en sus piernas. Actualmente sólo depende de la estimulación que pueda recibir en sesiones de kinesio. Admito que su fuerza es inmensa cada día", contó a Diario La Provincia Silvia Quiroga, mamá de la pequeña Jakobé.

El pasado jueves, en un evento solidario llevado a cabo en el Auditorio Juan Victoria la pequeña gran luchadora recibió una silla de ruedas que le permite movilizarse más cómodamente y así poder integrarse a la vida social con mayor facilidad.

"Admito que en un principio no quería que mi hija usara la silla de ruedas, quería que ella caminara normal con bastón o andador, pero en el día de la primavera fuimos a pasear en la silla y recorrimos más lugares de los habituales, fue fácil y ella se divirtió mucho, entonces me di cuenta de la importancia de todo esto", admitió su mamá.

En el gran evento solidario participaron 10 artistas junto al "Club Amigos del Café", compañeros de trabajo de Silvia. "A veces se me parte el alma cuando veo que Jako mira a otros niños y desea estar ahí con ellos jugando. En ese momento se levanta y me dice que si puede hacer todo, tiene 4 años, me sorprende cada día. Sueño con que un día caminemos juntas de la mano", dijo con un llanto insostenible Silvia.

Tres veces a la semana asiste de sesiones neuroterapéuticas que le permiten mejorar su movilidad y su actitud frente a la vida, convirtiéndola en una niña fuerte y decidida. El apoyo de su mamá Silvia es todo para la pequeña a quien mira con esperanza. 

En un hogar lleno de amor, Silvia y Jakobé viven solas y reciben el ayudo de Gustavo Herrera y Frack Martín, sus traumatólogos además de Marianela Cerda y Ana Pizarro neuroterapeutas del Hospital Rawson que semana a semana ayudan a la pequeña en su tratamiento. 

 

 

 

 

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