Uno de los pedidos y de los agradecimientos que más se realizan a la Difunta Correa, una de las figuras de fe popular más queridas y respetadas en San Juan, Argentina y países limítrofes, es la casa propia. La manifestación de ese gran deseo para toda familia consiste en realizar maquetas de las casas que se quieren tener o que se lograron, interpretadas desde la creencia, gracias a su intercesión.
Es así que en los últimos meses, y tras conocerse la realización del sorteo de nuevos barrios de IPV, los sanjuaninos que se inscribieron empezaron a llevar su maqueta y dejarla sobre las lomadas en el santuario a la espera de su ayuda especial. "Hemos hecho un promedio de 100 maquetas por mes, en el último tiempo. La gente tiene mucha fe en la Difunta y le deja su maqueta; la casa propia es algo que cuesta muchísimo lograr y el sorteo de IPV renovó la esperanza; fue una gran oportunidad", detalló Daniel Rojas, administrador del paraje Vallecito, a Diario La Provincia. Y agregó: "después vienen a verla (por la maqueta) y no la encuentran en el lugar que la dejaron porque, por la gran cantidad, tenemos que reubicarlas. Ahí nos enteramos de sus pedidos; de sus historias",
Las familias dejan la maqueta en las lomadas que fueron parquizadas y ello obligó a la administración a buscarles un nuevo lugar porque deben regar la zona. Con ello, se pueden deteriorar las "casitas". "Quienes deciden avisarnos que la van a dejar, los orientamos para colocarla y a los que la traen hecha de madera, les decimos que es mejor que sea de chapa. La razón es que la madera se deteriora con el calor y el paso del tiempo. Terminan rompiéndose y tenemos que retirarlas. Si las hacen de chapa van a estar acá toda la vida. Nosotros nos encargamos de pintarlas para que se vean lindas", contó.
En tanto, quienes las llevan realizadas de cartón, telgopor u otros materiales menos resistentes, son resguardadas en las capillas.
Para Rojas, los sanjuaninos promesantes asistieron mucho en los últimos meses y seguramente empezarán a volver para agradecer haber salido sorteados o para renovar su pedido, después de las Fiestas. "Cerca del 7 de enero, seguro volverán a la Difunta. Por el calor, la gente viene más de noche para subir las escaleras de rodillas y para estar más tiempo y cumplir con ella. Ahora vamos a ver muchas caras felices de quienes están más cerca de recibir la llave de su casa", destacó.
La promesa
Es tradición de quienes tienen fe en la Difunta Correa y quieren tener la casa propia, dejar una maqueta en las lomadas del santuario. Simbolizan el deseo de llegar a la vivienda, el comienzo de una construcción y también, la obra terminada.
Además, en este último caso, también le llevan fotos de la casa que dejan junto a su imagen o de cuando recibieron la llave en un acto de IPV.