Si los títulos de las soberanas se pudiesen heredar de generación en generación, Gimena Rodríguez sin dudas sería de sangre azul. Es que tiene una familia grande, según sus propias palabras “de muchas mujeres”, y ya ha habido antecesoras que ostentaron algún tipo de corona. Por esto, recibió mucho incentivo de su familia para postularse.
“Me llamaron desde el municipio para saber si quería presentarme, y aunque participar en algo así no es muy de mi estilo, mi mamá me incentivó a que participara. Vengo de una familia de reinas, porque mi abuela y mis tías también se presentaron para distintos concursos, cada una en su época y en distintas fiestas. Ellas me aconsejaban todo”, contó en diálogo con Diario La Provincia.
Sus papás están separados, es la única hija de su matrimonio, pero por parte de la mamá, tiene dos hermanos más. “Por parte de mi mamá tengo 6 tíos y todos tienen de 4 a 6 niños, somos una familia muy numerosa y muy unida”, explicó.
De lunes a jueves le dedica la mayor parte del tiempo a la facultad, ya que recién está comenzando la carrera de psicopedagogía. Sin embargo, los viernes, se los dedica a alguien muy especial. “Tengo un vínculo muy fuerte con mi abuelo, y todos los viernes lo voy a visitar. Tomamos mate, y hago lo posible por cuidarlo. Soy su única nieta y trato de aprovechar todo el tiempo que pueda. Tiene demencia senil, pero igualmente conversamos de su vida pasada. Cuando le dije que iba a ser reina se puso muy contento. El día de la elección no pudo ir porque estaba internado, pero le dediqué mi corona a él. Siempre he tenido un vínculo muy especial también con mis abuelas, que ya no las tengo, y me costó mucho despegarme”, recordó.
Asegura que su mayor virtud es el estudio, y la capacidad de superarse. “Siempre he sido muy dedicada, y empeñada en conseguir lo que me propongo. En diez años me veo como una profesional, y siempre realizando actividades solidarias. Me gustaría hacer cursos sobre adicciones, porque siento que es lo que le hace falta a mi departamento”.
Es linda, es inteligente y muy aplicada, pero afirma que no tiene intenciones de despertar corazones ya que está de novia desde hace más de dos años. “Él vivía cerca de mi casa, pero nos conocimos hace unos cuatro años o más, en catequesis. Éramos muy chiquitos, pero el amor sigue intacto. Me acompaña a todos lados, me apoya en lo que haga”, sentenció la joven enamorada.
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