Historia

Pablo Balmaceda, el adolescente sanjuanino que se curó de cáncer gracias a la ayuda de mucha gente

Su caso se hizo conocido porque no lograba que lo atendieran en el Garrahan. Finalmente, fue recibido en el Hospital Italiano y tras casi ocho meses se recuperó, y volvió junto a su familia.
domingo, 1 de mayo de 2016 00:00
domingo, 1 de mayo de 2016 00:00
Su historia indignó y movilizó a los sanjuaninos hace casi un año. Es que Pablo Balmaceda, de ahora 16 años, vivía una vida normal hasta que le descubrieron linfoma de Hodgkin o más conocido como cáncer en los ganglios linfáticos. Estuvo dos semanas recibiendo tratamiento en el Hospital Rawson pero necesitaba ser trasladado a Buenos Aires. Cuando llegó a Capital Federal, no consiguió que lo ingresaran en el Garraham y allí comenzó el pedido desesperado de su familia por un tratamiento que parara la propagación de la enfermedad y le salvara la vida.

Finalmente, y luego de que mucha gente se movilizara desde acá para ayudarlos, consiguieron una cama en el Hospital Italiano, y fue allí en donde llegó el milagro. "La atención fue increíble, las enfermeras, los médicos tienen un trato muy distinto, con una humanidad que no conseguimos acá. Pasamos por muchas cosas, nos costó, gracias a Dios él pudo hacer bien el tratamiento allá. Cuando llegamos le hicieron un estudio el cáncer se había propagado por todo el cuerpo. Se le hizo quimio, rayoterapia, pero creo que lo que más lo ayudó fue el aspecto psicológico. Él estaba muy positivo y eso valió muchísimo", contó Claudia Calderón, su mamá a Diario La Provincia.
 
Pablo, es un chico de pocas palabras, pero muy activo. Jugaba al fútbol y con sus cuatro hermanos de 20, 14, 9 y 8 años, a los que tuvo que dejar para poder hacer su tratamiento. "Me dijeron que lo detectaron a tiempo, empecé a hacer quimio y rayo. Lo hice en dos ciclos, lo primero en San Juan y después en Buenos Aires. Estuve como siete u ocho meses allá", aseguró el protagonista de la historia. "Lo que más extrañaba era estar en mi casa, con mis hermanos, ir a la escuela. Extrañaba todo", aseguró.
 
 


Mientras estuvo en Buenos Aires, también recibió educación y así logró pasar de año. "En Buenos Aires había una escuela que me ayudó muchísimo y me mandaron una autorización a la escuela de San Juan para que pudiera pasar de año. Ahora estoy cursando quinto acá en la Mosconi".
 
Sin duda, el tiempo alejado fue muy duro para todos, incluso la hermana mayor tuvo que abandonar la universidad para poder hacerse cargo de los más pequeños ya que Claudia, la mamá, se instaló en Capital Federal junto con Pablo. "La vuelta fue muy buena, me hicieron una bienvenida hasta con un pasacalle", expresó Pablo alegremente. 
 
 
 

Antes del tratamiento, tenía ganglios en el cuello, en la axila, en la ingle, en uno de los pulmones y en el estómago, pero logró curarse. "Hasta acá su enfermedad está controlada. Para hablar de que está sano tenemos que pasar por cinco años de controles. Ahora está yendo cada tres meses, si los estudios salen bien nos volvemos. Si aparece algo que no les gusta se tiene que quedar. Hasta acá venimos bien, y el próximo control es en junio", explicó la mamá.

Finalmente, esta familia quiso expresar su agradecimiento. "La familia está sumamente agradecida con todos los que nos ayudaron, apoyaron y estuvieron a nuestro lado desde el principio hasta el final". 


Comentarios