Cosechar hermosas sonrisas, el objetivo que se propusieron miles de madrinas y padrinos sanjuaninos esta Navidad

"Brisa Daniela, 8 años, Escuela Perramón". Esa era toda la información que recibía cada uno de los sanjuaninos que se animaron a seguir esta ilusión: ser padrinos de un pequeño para que todos los chicos de bajos recursos reciban su regalo esta navidad.

La consigna era clara, había que inscribirse en un formulario de la fanpage del proyecto y luego los organizadores se comunicaban para brindarle a cada voluntario la información mínima sobre el ahijado que le habían designado. 

A partir de ahí había que buscar un regalo que, adaptado al bolsillo de cada madrina, diese una feliz Navidad a un niño. Una vez pensado y adquirido, había que dejarlo en manos de las coordinadoras quienes se aseguraron de que cada pequeño de cada una de las instituciones inscriptas (más de una docena), tuviese su presente.

Pasaron casi dos meses, y con cerca de 20 mil sanjuaninos registrados, llegó el gran día de conocer a esos chicos que hasta el momento eran solo un nombre y una edad. Este viernes, alrededor de las 8.30 de la mañana, partió desde el Monumento al Deporte en el Parque de Mayo, una gran caravana de autos adornados con globos rojos y verdes con destino de la Escuela Diógenes Perramón de La Bebida.

Al llegar, la directora de la institución salió a la puerta para agradecer a los voluntarios y contarles con lo que se iban a encontrar. "Les agradezco profundamente el gesto que han tenido. No saben la necesidad que hay en esta escuela. Tenemos un espacio chico, y hay más de 700 alumnos esperándolos. Les pido que empiecen a entregarles los regalos a los chicos de la tarde para que así puedan ir a sus casas y volver a la escuela después de almuerzo. Ellos tienen que caminar muchos kilómetros para venir a estudiar", anunció la docente.

Y las bolsas comenzaron a bajarse de los autos y camionetas de los voluntarios ante las atentas y tímidas miradas de algunos chicos que se asomaban con curiosidad tratando de buscar su nombre en los paquetes que pasaban (a Diario La Provincia le gustaría compartir las fotos de esas caritas felices, pero para preservar su identidad, las fotos de los menores fueron desenfocadas). 

Luego llegó el caos, no uno grande, sino el esperable ante tamaña hazaña. Madrinas y padrinos, nucleados ante cada coordinadora comenzaron a abrir las bolsas y a entregar a los pequeños su presentes. No importaba si justo quien había comprado especialmente ese regalito para él no estaba, iba a tener una madrina que se lo entregase y le diera un gran beso con augurios de felicidad.

Mucha emoción se vivió entre las mujeres (y los pocos varones que pudieron asistir), y más de una soltó una lágrima al conocer por fin a esa personita especial en la que estuvieron pensando tanto tiempo. Muchas muñecas y pelotas, juegos de mesa de todo tipo, y hasta rollers y un gran aro de basket se pudo observar desde lejos. Los niños también esperaron con ansias la reunión y con la ayuda de sus seños hicieron cartitas de agradecimiento (ver en la segunda foto).

 

Ya casi llegando al final de la jornada fue el turno de encontrarse con esa "Brisa Daniela, de 8 años" del principio, y para esta periodista / madrina por un día... fue una experiencia inolvidable. 

Felicidades a todos aquellos que pusieron su granito y se animaron a abrir su corazón para ser madrinas y padrinos de Navidad. ¡Hasta el próximo año!.