A casi un año del crimen

Alejandra Silva, mamá de Ariel Tapia: "No sé si la recompensa ayuda o no; sólo espero que alguien cuente lo que vió"

La mujer manifestó que aún tiene esperanzas de que alguien aporte un dato, aunque sea a cambio del incentivo económico. "La muerte de mi hijo no fue un crimen perfecto", remarcó.
miércoles, 13 de noviembre de 2013 17:36
miércoles, 13 de noviembre de 2013 17:36
Después de que el ministerio de Gobierno estableciera una recompensa de 330.000 pesos a quien aporte datos certeros sobre el caso de la muerte del niño Ariel Tapia, su madre Alejandra Silva se mostró esperanzada en poder obtener alguna pista para saber qué llevó a que su hijo muriera dentro de una heladera abandonada. El hecho ocurrió hace casi un año en Villa Angelita, en Santa Lucía.
 
"Desde que Ariel se perdió, el día lunes o martes fui a la comisaría 29º y pedí una recompensa para saber si alguien se lo había llevado o secuestrado. Cuando lo encontraron muerto volví a pedirla y me aclararon que era tema del gobierno y que el ministro Cuevas tenía que aprobar eso. Ahora que la fijaron, no sé si ayuda o no pero es algo más para llegar a saber qué pasó con mi hijo y ojalá alguien se anime a hablar", dijo la mujer a radio Sarmiento.

Sobre el estado de la causa, manifestó que "en estos días tengo que ir a hablar con el juez porque se le hicieron nuevos estudios a la heladera. A esta altura, no sé si sirven de algo. Tengo la esperanza de encontrar al asesino de mi hijo y de que su muerte no fue un crimen perfecto".

Silva afirmó que tienen que existir testigos que vieran algo relacionado con la muerte de Ariel ya que cerca del lugar donde se lo halló muerto se festejaba un cumpleaños de 15 años y también se registró un accidente fatal en la zona, por lo que había mucha gente. "Además, enfrente de donde estaba la heladera se festejó un aniversario en una casa. Alguien tiene que haber visto algo raro. Por el calor, también había gente sentada a la puerta de sus casas. No era un lugar desolado", expresó.

Alejandra recordó que su hijo falleció el 2 de diciembre a las 8 de la mañana y que el certificado de defunción dice que la causa fue "asfixia por confinamiento". "Desde la medianoche del 1 de diciembre, día en que desapareció, estaba en la heladera. Al no tener las gomas adherentes en los costados, entraba algo de oxígeno pero no fue suficiente para que sobreviviera", dijo.
 
La mujer expresó que no tiene una hipótesis clara sobre lo que sucedió y dijo estar tranquila ya que la Justicia descartó la pista vinculada a la venta de drogas, que involucraba a su familia. 
 
"Mi cabeza anda a 10.000 por hora. Tomo sedantes ahora más que nunca porque retrocedo en el tiempo y recuerdo todo, a casi un año de la muerte de Ariel. Por esta situación, uno de mis hijos necesita ayuda psicológica y otro de mis hijos ya fue derivado al psiquiatra.Yo pago los tratamientos porque no recibo ni recibí ayuda de nadie", señaló.

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