Stand by

Podríamos discutir por horas cuáles son las razones que nos llevan a tener gobiernos tan personalistas que hacen que, ante la ausencia del líder, las decisiones importantes se paralicen.
domingo, 10 de noviembre de 2013 02:54
domingo, 10 de noviembre de 2013 02:54

Por Raúl Moreno. Contador Público. MBA

Un término común de esta era electrónica es el término inglés "stand by” (En espera). Este término se refiere al lapso en que el aparato electrónico se encuentra conectado a la espera de recibir órdenes y si bien consume energía porque no está apagado, no cumple funciones importantes.

La sensación que tenemos los argentinos en general y los sanjuaninos en particular es que, desde que nuestra presidenta se internó ya hace más de un mes, en la Clínica Favaloro para someterse a una operación y luego, nuestro gobernador sufrió un grave accidente al caer en un helicóptero, tanto el país como la provincia se encuentran en un periodo de "Stand By” a la espera de órdenes.

Podríamos discutir por horas cuáles son las razones que nos llevan a tener gobiernos tan personalistas que hacen que, ante la ausencia del líder, las decisiones importantes se paralicen.
Basta con leer el ejemplar del Boletín Oficial, donde ninguna ley ni decreto importante ha sido publicada en ausencia de los titulares de gobierno.

Queda demostrado palmariamente también que los "vice” estaban allí para cumplir una tarea protocolar más que para reemplazar al titular ante la ausencia de éste. Cuando este período termine como es de esperar, con la recuperación plena de ambos líderes, las administraciones deberán enfrentar los problemas más importantes que constituyen una materia pendiente.

Desde el gobierno nacional en cuanto al déficit fiscal, el déficit en la balanza de pagos, la inflación, la brecha cambiaria, la pobre performance del balance comercial y la creciente crisis energética, entre otros, deberán procurar resoluciones impostergables. En el plano provincial, en cuanto a la crisis que nos deja la suspensión de la mayor mina de oro del mundo que se estaba construyendo en Iglesia, se deberán articular soluciones integrales para contrarrestar la menor demanda laboral, como así también las menores ventas y la consecuente disminución del ritmo de la recaudación.

Como puede apreciarse, los problemas son realmente serios y su resolución más que compleja. Por citar un ejemplo, se podría eliminar la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar blue, que hoy es de aproximadamente un 70%. Sin embargo, cuando en el pasado se trató de eliminar esta brecha, se recurrió a la devaluación del cambio oficial y se acompañó con un plan antiinflacionario que requirió además de una serie de medidas para combatir el déficit fiscal y la emisión monetaria.

Los problemas son, además, difíciles de resolver cuando el contexto no ayuda. El pobre crecimiento del comercio mundial impacta en nuestros números domésticos, la caída del valor del oro, también. Si las exportaciones mundiales suben, Argentina tendrá más probabilidades de exportar más, pero esta proyección es, por ahora, bastante improbable. En pocas palabras, ya no hay "viento de cola”.

 

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