Este sábado, Ximena Capristo estuvo invitada a PH y allí reveló momentos dolorosos de su infancia y de su relación con su papá, que luego marcaron sus elecciones de vida y de pareja.
"Tuve una infancia linda, sin un representante masculino que era muy importante. Mamá se casó con papá y cuando ella queda embarazada él la deja. Se ve que él no quería que quedara embarazada. Eso es lo que yo supongo. Mi vieja tuvo un montón de trabajos, todos los que pudo. Me mandó al colegio para que pudiera estudiar y fuera una persona de bien. Para ella era muy importante el estudio porque ella no lo pudo tener", reveló.
Después, contó que durante varios meses no tuvieron un techo donde dormir. "Cuando yo tenía alrededor de seis años, mi mamá quiebra muy mal y nos quedamos prácticamente en la calle. Teníamos un vecino que nos prestaba el auto y vivíamos adentro de ese auto porque no teníamos dónde dormir. Todas las mañanas yo iba al colegio. Tenía mala conducta pero sí asistencia perfecta", agregó.
Fue gracias al aporte de varias personas que ellas pudieron salir de esta etapa tan dura. "Teníamos varias casas de amigos que nos prestaban para que nos pudiéramos bañar, pero no tenían una habitación para nosotros. Todo esto fue hasta que vino una persona que nos ayudó y nos permitió salir adelante y comenzamos a alquilar un departamento", recordó Capristo.
La relación con su padre
Estaban pasando muchas necesidades, por lo que fueron a ver a su progenitor en búsqueda de ayuda. "Mi mamá fue a verlo a mi viejo que tenía un restaurante y le pidió ayuda, porque teníamos una necesidad real. Él le dijo que no podía darle un peso, que fuéramos a comer al restaurante".
Pese a que en su momento les hizo un desplante, el hombre apareció junto con la fama. "Trabajo desde que tengo 14 años gracias a que tenía un documento trucho. Laburaba los fines de semana, de moza y en la barra. Nadie sabía que era menor y en esa época no había tantos controles. Pasaron los años y salimos adelante. Mi vieja me anotó en Gran Hermano, porque estudiaba teatro desde muy chica, iba a todos los castings y no quedaba en nada. Cuando mi papá me vio en GH empezaron a llamarle a mi mamá de todos lados porque él quería ir al programa a vernos, a estar. Mi vieja nunca se la perdonó".
El hombre intentó acercarse. "Después de que terminó el programa, apareció con un ramo de flores pidiéndome disculpas en la casa en la que vivía con Gustavo. Me tocó el timbre y vino con su mujer actual. La verdad es que no lo entendí. Charlamos y quedó como "todo bien", le dije que fuéramos viendo cómo fluía. Teníamos una relación distante y él de vez en cuando me llamaba para ver cómo estaba, alguna que otra vez íbamos a comer", explicó.
Sin embargo, con el tiempo mostró que sus intenciones no iban por el lado de entablar una relación con ella sino de figurar ante las cámaras. "Cuando anunciamos que nos íbamos a casar con Gus, él me llama al toque y me dice "¿puedo entrar con vos a la iglesia?...¡Decímelo ahora porque tengo que tomar la decisión de si me pongo el molar que me falta o no!". Por supuesto que entré con mi suegro a la iglesia, que lo conozco más".
Estas actitudes por parte de su padre, dejaron huellas en Ximena. "Por eso para mí fue muy difícil tomar la decisión de tener un hijo, porque necesitaba saber si el hombre que hoy tengo al lado iba a ser un buen padre. Para mí fue muy traumático esto. El día de mañana me separo de Gus y se que él es el uno como papá porque ama a su hijo y no lo va a dejar nunca en su vida. Necesitaba encontrar a esa persona", sentenció.
