La historia conmovió hasta las lágrimas. Es un ejemplo de lucha y contención. Este martes, Quien quiere ser millonario (Telefe) no tuvo un famoso en competencia sino llevó a escena a una mujer con un abuelo. Ambos forman parte de un refugio que da techo a los abuelos en condición de calle y la historia movilizó a todos los seguidores del programa.
Cecilia Vázquez fue la impulsora del Hogar y llegó hasta el programa para competir por el millón de pesos. Junto a ella participó Lázaro Luque, un abuelo que vivía en la calle y fue rescatado de la marginalidad.
"Él era trapito y vivía dentro de una garita. Un día una pareja de jóvenes lo vio y me hizo llegar el dato y no dudé en rescatarlo. Lázaro fue al hogar pero no aguantó el encierro y se fue, pero meses después volvió para no irse más", recordó Cecilia sobre lo que ocurrió hace seis años cuando él llegó por primera vez.
El refugio nació después de que Cecilia se viera conmovida por una situación que le tocó vivir a los 19 años de edad. Por aquel entonces, empezó a trabajar en un hogar de abuelos y se dio cuenta al instante que era lo que ella amaba. Sin embargo al poco tiempo renunció porque no podía soportar algunos destratos para con los ancianos.
Permaneció un tiempo muy angustiada por dejarlos solos hasta que un día su papá le alquiló una quinta con seis camas nuevas, con colchones, heladera y cocina. A partir de ese momento se vinieron a vivir con ella dos abuelos de aquel geriátrico: José y Chocha, a quienes empezó a darles de comer para recuperar su salud.
"Somos un refugio de hogar de abuelos de la calle y con bajos recursos", destacó Cecilia quien agregó: "nuestras vidas son salvaciones continuas".
Por su parte, Lázaro confesó que él le dice mamá a Cecilia a pesar de la diferencia de edad. "Es mi mamá, a pesar de ser mayor que ella pero es mi mamá. Ella me cuida, me reta, me escapo y me trae de vuelta", expresó.
Tras la competencia, Cecilia contó que con el dinero ganado comprarán mesas, sillas, una heladera, un freezer, pintura y asado para festejar.
"El mensaje que les dejo es que los amen, los cuiden o los escuchen, aunque cuenten las cosas por diez veces", finalizó Cecilia.
