Historia

Vomitaba 15 veces al día por el embarazo y decidió abortar

La joven se llama Lauren Fox y la decisión de interrupción de embarazo se dio cuando tenía 21 años de edad.
lunes, 19 de noviembre de 2018 09:55
lunes, 19 de noviembre de 2018 09:55

Hay embarazos que pueden tener un desarrollo tranquilo y otros un poco más complicados. Éste es el caso de una joven que decidió contar su experiencia para poder justificar el por qué decidió abortar a las 10 semanas de un embarazo. La joven se llama Lauren Fox y la decisión de interrupción de embarazo se dio cuando tenía 21 años de edad.

Por aquel entonces llevaba apenas un año de noviazgo cuando la píldora anticonceptiva no funcionó y quedó embarazada. Pero ése no fue el problema, sino lo que vendría durante los primeros meses de embarazo. Es que empezó a sufrir una gran cantidad de náuseas y vómitos que la dejaron inquieta y mal durante todos los días.

Al principio pensó que tenía una infección del tracto urinario y visitó al médico, quien hizo una prueba de embarazo y le dio positivo. "Estaba en shock por el embarazo. Luego, cuatro días después de enterarme, de repente me sentí enferma en el piso de la habitación. Estaba vomitando continuamente... En la primera semana del embarazo ocurrió 15 veces al día", relató Lauren en The Sun quien hoy tiene 34 años de edad pero cuando pasó por aquel embarazo tenía 21 años.

Junto con las náuseas y los vómitos, Lauren sufría de mareos debilitantes. Los análisis de sangre revelaron que sus niveles de hormonas eran el doble de un embarazo normal. Dos días después ingresó en el hospital y le colocaron suero. "No podía pensar con claridad. Las luces, el ruido y los olores allí me hicieron sentir realmente mal. Lloraba todo el tiempo", agregó reconociendo que se sentía incapaz de comer o levantarse de la cama, por lo que tuvo que renunciar a su trabajo de empleada de comercio.

Hasta ese momento, nunca había oído hablar de la Hiperemesis Gravídica (HG), que es la misma enfermedad que padecía la actriz norteamericana Kate Middleton. Se trata de una enfermedad que provoca vómitos durante el embarazo y puede no mejorar a las 14 semanas e incluso muchas mujeres deben necesitar de un tratamiento hospitalario. 

"Mi mente estaba acelerada. ¿Esto iba a durar los nueve meses completos? ¿Qué haré con el bebé al final? Sentí que me estaba muriendo y solo quería que terminara", señaló y destacó que antes de decidir el aborto habló con el el Servicio Británico de Asesoramiento sobre el Embarazo que le habilitó la interrupción del mismo.

"Al principio, el alivio superó el remordimiento. Cuando empecé a sentirme culpable, trataba de no pensar y me me acostaba en la cama porque me llegaba el periodo. No pensé que podría vivir con la culpa", destacó la joven quien el remordimiento por el hecho le dura hasta hoy, no se olvida que interrumpió la vida de su bebé.

Lauren y Joe se casaron en julio de 2010 y poco después dejó de tomar la píldora anticonceptiva porque decidió ser mamá cueste lo que cueste, por más que se repitieran los vómitos. "Tenía 26 años. Sabía que era lo suficientemente joven para hacer frente a la enfermedad y quería al bebé lo suficiente como para tenerlo", recordó la joven quien reconoció que esta vez fue peor que el embarazo anterior.

Lauren vomitó un mínimo de 15 veces al día e incluso se levantaba en la noche para seguir vomitando. "Fue muy duro. Durante seis semanas no comí y apenas bebí. Dormí en el desván al lado de la ventana para respirar aire fresco. Cuando despertaba por las mañanas, había vómito alrededor", agregó.

Lauren perdió mucho peso, se le caía el pelo, no podía levantarse de la cama, y ​​mucho menos lavarse o cepillarse los dientes. A las 18 semanas Lauren comenzó a mejorar. Todavía tenía náuseas y estaba enferma todos los días, pero podía picar almendras y mandarinas enlatadas.

Finalmente, a las 27 semanas, la enfermedad cesó. Su hija saludable, Rebecca, nació a las 39 semanas con bajo peso pero se recuperó. Feliz por el logro alcanzado, hoy mira a su bebé que está en perfecto estado de salud y es la luz de sus ojos. "Cuando tenés tu hijo, te das cuenta de lo que has hecho", finalizó Lauren destacando: "Mi hija lo es todo para mí, pero nunca más quiero volver a sentirme así. Nunca".

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